Irene tiene 23 años, Jesús 27 y ambos están solteros. Ella le ha contado que muchas de sus amigas ya están en otro punto de su vida: casadas y esperando su primer niño y a ella le gustaría estar igual. Por su parte, Jesús se imaginaba que con 27 años ya tendría una pareja con quien hacer planes de futuro.
Hasta aquí todo bien, ambos tienen los mismos planes de futuro, pero Irene ha sorprendido a Jesús con un 'zasca': “no te ofendas, pero tengo miedo de llegar a tu edad y estar como tú”. Él rebajaba la tensión con algunas sonrisas, recordaba a Irene que no es nada mayor y la cita mejoraba.
Sin embargo, a pesar de que ambos quieren el mismo futuro, no han conseguido que entre ellos surja el flechazo. Jesús repetiría el encuentro, pero a Irene le hace falta algo más: “no veo yo esa chispa que tiene que haber de pareja”.