Lo suyo fue una conexión musical. Los dos hablaban el mismo lenguaje, se dejaban conocer narrando sus experiencias con sinceridad, notaron una buena vibración y crearon mucha afinidad. Clinton y Aroha tenían muchas cosas en común, por eso tuvieron claro, después de esa primera cita, que les gustaría pasar más tiempo juntos para seguir descubriendo cosas el uno del otro.
Y con ese objetivo, con la otra cita, ha llegado su segunda oportunidad. Han brindado saboreando La Prohibida cider, una experiencia sensorial en torno a la que ha girado este nuevo encuentro, en el que se han sincerado, han cantado, se han preguntado algunas cosas que estaban deseando descubrir. Han tenido tiempo para mostrar muchos detalles sobre ellos mismos: el significado de sus tatuajes, sus pasiones, sus deseos, sus fetiches y, sobre todo, su personalidad, muy auténtica y con los objetivos muy claros.
¿Quieres saber lo que pasó en este momento tan mágico? Descúbrelo en la otra cita de La Prohibida cider.