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Martí es de Andorra y se ha presentado en ‘First Dates’ como “La sonrisa de Andorra”. Está estudiando Relaciones Laborales, pero dedica gran parte de su tiempo la lucha libre, el pressing catch de toda la vida, algo que según le ha contado a Carlos Sobera, suele impresionar a sus parejas. Él lo compara con el teatro “contamos al público una historia, pero dándonos de hostias”. En el amor, no ha tenido una relación seria. No tiene prototipo de mujer, pero sí le gustaría que su cita tuviera una personalidad atractiva.
Paula, su cita, está un poco loca, le gusta hablar de todo “tener una vida movida y cuando sea vieja pensar que he disfrutado”. De pequeña le han hecho sentirse insegura de sí misma por su lunar y su altura, pero tras mucho tiempo ha conseguido creérselo y sentirse segura de sí misma.
Al conocer a Martí, le ha parecido muy curiosos que se llamara parecido a Matías. Ella es de Barcelona y no le ha gustado mucho que su cita viviera en Barcelona, pero que fuera de Andorra “la gente es un poco rara”.
La cena ha comenzado hablando de estudios y de su vida laboral. El soltero le ha contado que había estudiado interpretación y que ahora estaba encantado con su carrera, y su faceta de luchador. En verano trabaja de camarero de noche y Paula ha sentido que le pegaba, pero que era algo que no iba con ella. Ella estudia y trabaja, y siente que su cita viene de una familia mucho más acomodada que no va con ella.
La soltera se ha interesado por el tema del pressing catch y él soltero le ha contado que le llamaban ‘la sonrisa de Andorra’ y que no estaba tan fuerte como parecía. Hablando de música, Martí se ha perdido un poco en los gustos musicales de su cita porque él es más de rock, pero no le hace feos a nada.
A Paula el ambiente rockero no le termina de convencer y ha llegado a dudar hasta de la higiene personal de su cita “este chico hoy se ha duchado y huele bien, pero tiene que oler más, si le gusta el rock…”. Nos ha contado que en Barcelona hay una discoteca de rock en la que entras y huele mal “el rock es de otra época”.
Martí se ha puesto un poco nervioso al comerse los espaguetis por si se manchaba su camiseta blanca, pero ella ha intentado que se relajara hablando de Andorra eso sí, no muy bien. Algo que al soltero no le ha importado demasiado “estoy acostumbrado”.
En el reservado, Paula ha cogido un papelito y le ha tocado preguntarle a Martí con cuántas personas había tenido sexo en su vida “¿Tienes body count?”. El soltero le ha dicho que no lo sabía exactamente, pero que creía que 9 o 10. Ella ha estado con unos 30 chicos, pero a su cita le ha dicho que solo con 15 “me ha dado vergüenza”.
Cuando ha comenzado a sonar la música, Paula lo ha empezado a dar todo y a Martí le ha parecido muy guay porque transmitía muy buena vibra, pero ella ha pensado que su cita era un tipo demasiado correcto “me gustan un poco sin vergüenzas” y le ha visto como un tipo para presentarlo en casa, pero poco más.
Los dos se lo han pasado genial y Martí ha dicho que sí tendría una segunda cita, pero ella le ha dicho que no tendría una cita, pero que sí quedaría más con él “te falta rap, te sobra rock y me da miedo la lucha libre”. De hecho, le ha dicho que le iba a pasar una playlist para que conociera otra cosa que no fuera rock.