{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Coincidiendo con el Día Internacional del Autismo 2024, Jorge, un soltero con autismo ha venido a ‘First Dates’ en busca de la mujer de su vida y con la intención de demostrar que cada persona con autismo es diferente. A él se lo diagnosticaron con 33 años, igual que le sucedió a Lorea, otra soltera que también ha buscado el amor en el restaurante.
Jorge es de Valladolid y se ha definido como un tipo fiel, romántico y tierno. Es auxiliar administrativo en la Federación de Autismo de Castilla y León y en este momento está metido de lleno en un proyecto que se llama Proyecto Rombo y es para la modificación de espacios para autistas. Él es autista de grado uno y fue diagnosticado con 33 años “el primero que dio la pista fue mi hermano que estudiaba medicina y luego una amiga de mi madre que, al hablarle de su hijo, mi madre me veía reflejado”.
“Las bromas no las entiendo, los dobles sentidos los cojo peor y claro, eso que seas una persona rara para los demás… Me he pasado mucho tiempo sin entender qué me pasaba”, nos ha explicado Jorge al mismo tiempo que le contaba a Carlos Sobera que él siempre ha notado que la gente era diferente a él, pero que no sabía por qué “he sufrido mobbing, bullying… sientes que sobras”.
No le gusta hablar de amor, pero se ha enamorado varias veces y ahora está deseando volver a hacerlo. Le gusta el amor para toda la vida y le encantaría encontrar un amor eterno, y a una persona que le entienda. Le encanta la naturaleza y le gustaría viajar a lugares como Francia o Japón, escenarios de series que le han marcado.
Mayte, su cita, es una apasionada de los idiomas y ahora está estudiando coreano y tailandés. Le encanta viajar, la cultura, las películas y en general, las artes marciales también. Al verse, los dos se han puesto un poquito nerviosos y han intentado no caerse de la silla, pero Jorge ha roto el hielo diciéndole que le gustaba mucho su blusa tipo oriental. Mayte le ha dicho que le gustaba la cultura oriental y rápidamente se han puesto a hablar de los idiomas que hablaban respectivamente. La cita ha comenzado con ganas.
Los solteros han comenzado la cita hablando de amor y ambos han coincidido en que buscaban un amor para toda la vida. Jorge le ha explicado que buscaba a una chica cariñosa y le ha contado que era autista de grado 1. Mayte ha trabajo con niños autistas y animales, y ha sentido que era algo muy enriquecedor. El soltero le ha dicho que “el autismo es como los colores, está el verde anaranjado, el verde y el azul, hay persona que tienen unos síntomas, otros que tienen otros y que conozcas a un autista, no significa que conozcas a todos”.
Jorge tiene un 47% de discapacidad neurológica y Mayte le ha quitado importancia porque ella tiene un 44% “me cuesta pillar los chistes, la cosas” y han sentido que lo importante era que las personas se den cuenta de que son “normales”.
Mayte está aprendiendo a tocar teclado y aunque no es capaz de coordinar las dos manos, con una mano es capaz de sacarte toda la canción con tan solo escuchar una parte de la melodía.
La soltera le ha contado que trabajaba en una protectora de animales, que le encantaban todos los tipos, pero que, si tuviera que ser un animal, sería un lobo. A él le ha gustado la personalidad de ella y a Mayte le ha gustado mucho su mirada. Entre ellos ha surgido una conexión especial y él ha bromeado con música de violines sonando de fondo.
En el reservado, Maite le ha dicho que le encantaba cantar y ha querido cantarle a Jorge una de sus canciones favoritas que habla de la confianza y de ser un punto de apoyo para la otra persona. El soltero ha sentido que su cita le cantaba desde el corazón y “a esas cosas no se le pone nota”.
Mayte estaba encantada con Jorge y ha tenido claro que ella le iba a invitar a cenar, pero él tenía un problema “me ha caído bien, pero nada más”. Los dos han coincidido en que había tenido una conversación muy agradable y que habían descubierto conceptos del autismo que desconocían, pero Jorge no quería repetir la cita.