Jesús se ver reflejado en “el espíritu del rey Ragnar, un rey vikingo”. Ha sorprendido a Carlos Sobera con una de sus obras en arcilla “van desde los 3.000 a 1 millón de euros”. Es domador de caballos y el profesor más caro de boxeo del mundo “unos 300€ la sesión”. Es un tipo “único, especial” y siente que en pareja es el mejor de sus estados. Ha tenido dos o tres parejas serias y “no serías, puedo repoblar el mundo. He estado con más mujeres que Julio Iglesias o por lo menos, lo he soñado”.
Lidia, su cita, se siente una mujer Almodóvar que no se queda en casa esperando a que le llegue el amor. La gente piensa que es muy seria, pero es “una auténtica gamberra”. Le ha pedido a Matías “algo adecuado a mi edad, un Bitter Kas” y se ha sorprendido al saber que su cita era domador “me recuerda al hombre que susurraba a los caballos”.
Jesús le ha sorprendido con un regalito que había hecho él mismo la noche anterior y le ha parecido un detalle muy bonito “un detallazo”.
La cena ha comenzado hablando de arte y ella le ha contado que hacía Pop Art, pero rápidamente han hablado de amor. Jesús ha estado casado una vez y Lidia en dos ocasiones “me falta la tercera, te estoy avisando”. El soltero valora en una mujer “la positividad, la valentía, me gusta el juego, la sensualidad, el erotismo… lo último el sexo”. Pero a ella no le ha gustado que terminara la frase con un “vamos a comernos una almeja” y que se chupara los dedos, pero tampoco le ha desagradado del todo “me gusta ese punto macarra”.
Jesús le ha dicho a Lidia que le estaba consumiendo parte de su energía porque la estaba viendo muy como él “con ella te deslizas sobre hielo”. Ella ha querido saber si Jesús tenía un hermano y él le ha dicho que su gemelo era el mejor boys del país “lo tengo, yo le vi y me sacó”. De hecho, ha llegado a dudar “¿Eres el hermano o tú eres el boys?”.
En la sala de cine, los solteros se han atrevido a intercambiarse la naranja como en la mítica escena de película y se han lanzado a darlo todo al ritmo de la música. A Lidia le ha costado averiguar que la canción que sonaba era la canción final de ‘Dirty Dancing’ pero cuando lo ha hecho, y se ha visto volando por los aires como la protagonista de la película “¿Me vas a hacer la pirueta final?”.
Lidia había encontrado a su propio Patrick Swayze y estaba alucinando con la conexión que había sentido con Jesús. Además, ha alucinado al saber que él le daría una cita eterna.