¿Casas Colgadas o Casas Colgantes? Un soltero de ‘First Dates’ nos saca de dudas

Jonathan no es la persona que esperas, es una persona a la que hay que conocer, que tiene mucho de todo y “a la que hay que conocer”. Vive en la sierra de Madrid y se dedica a ser chofer privado “he llevado a Terelu Campos, Fernando Andina, Miguel Ángel Muñoz… muchos personajes famosos”. En el amor quiere encontrar a una persona con la que tener cosas en común, que sea fiel, una mente sana y que no le de miedo el qué dirán.

José, su cita, es un culo inquieto y no puede estar quieto “me da igual un hotel, que un camping… quiero hacer planes y vivir la vida”. Espera encontrar a una persona muy compatible con él y dejar de buscar. Al verse, Jonathan ha sentido que le transmitía “un algo que no sé que es, pero me ha gustado”.

Han comenzado hablando de sus lugares de residencia y al saber que José es de un pueblo de Cuenca, Jonathan le ha dicho que él no tenía problemas para moverse.

A José le ha gustado mucho que su cita conociera Cuenca, pero le ha horrorizado que le hablar de las Casas Colgantes “son las Casas Colgadas” porque es algo que no le gusta nada a los naturales del lugar. Eso sí, le ha dicho que era un culo inquieto y que no le importaba mantener una relación a distancia y en eso, han estado de acuerdo.

José ha interesado por el modo de vida y las aficiones de su cita, y ha tenido la sensación de que no le iba a seguir el ritmo. Lo de que viviera con sus padres no le ha convencido ni eso de que le gustaría viajar más de lo que lo hace “yo le veo una persona sedentaria”. Sin embargo, Jonathan estaba viendo fenomenal que su cita le fuera a llevar a hacer un montón de planes.

El soltero le ha confesado que no lo sabía nadie, pero que le gustaban mucho los ojos verdes y que los suyos lo eran “verdes como le fondo del mar cuando lo miras desde un avión”. Jonathan ha sentido que esa era la clave para saber que se estaban gustando y no esperaba para nada que él le dijera que no había sentido la chispa, que no quería tener una segunda cita romántica, pero que se lo había pasado muy bien y que le esperaba por Cuenca.