Carlos Sobera, impresionado con el diente y el pendiente de un soltero de ‘First Dates’: “Mi corazón azul lo tengo aquí en el…”

Jairo ha llegado a ‘First Dates’ con su instrumento de trabajo en la mano “unas tijeras”. Es peluquero y asegura que hay que ser muy paciente y tolerante en su profesión. En el amor solo ha tenido tres relaciones y le ha confesado a Carlos Sobera que era un tipo muy sexual “necesito el contacto corporal”. Busca a un hombre con flow, que le cautive al verlo.

Renato, su cita, es italino, pero también ha vivido en Suiza y ahora lleva 10 años viviendo en España. Es sonriente, feliz y un hombre al que no le molesta nada. Es bisexual, tiene cuatro hijos y le da igual conocer a un hombre. Asegura que a las mujeres les da cariño, regalos y que con los hombres tiene un sexo más fuerte “más máster, como este diente de Drácula que tengo aquí”.

Carlos Sobera se ha sorprendido al verle el diente y ha querido saber si no le molestaba, pero Renato le ha tranquilizado contándole que estaba muy acostumbrado “Tengo aquí otro y otro ahí”. Al mirar para abajo, el presentador ha sentido que se había puesto un piercing en sus partes íntimas y él le ha dado la razón “Sí, mi corazón azul lo tengo aquí en el glande”. Una confesión que ha dejado a Sobera sin palabras.

Convencido de que iba a tener suerte en la cita, Carlos Sobera le ha presentado a Jairo, al que ha sorprendido por su divertida forma de color. Rene se ha quitado el sombrero y al presentador le ha llamado la atención el tono azulado de su cabello “es mi color favorito y tú lo llevas puesto”, le ha dicho a su cita.

Jairo ha querido saber si Rene era francés, pero él le ha contado que no, que fue bailarín y que su primera hija nació en Paris, lugar en el que le llamaban así. También le ha contado que era peluquero y que, hacia esoterismos, pero solo para cosas buenas. De hecho, le ha mirado a los ojos y le ha dicho que sentía que él era muy buena persona.

Rene es bisexual y a Jairo le ha parecido bien porque él es un hombre libre y no es nadie para juzgar a nadie, a él le gustan los hombres y tiene claro que nunca ha querido tener hijos. El soltero ha querido saber cómo era Jairo en el tema sexual y le ha advertido que él era muy de carne “necesito comerla dos veces a la semana y la otra, todos los días”, algo que a su cita le ha gustado.

La música ha comenzado a sonar en el restaurante y Renato se ha vuelto loco, lo ha dado todo al ritmo de la música y ha demostrado que lo hacía muy bien, y que había bailado con grandes figuras italianas. A Jairo le ha parecido estupendo y que se movía muy bien para su edad, pero no se ha visto con un bailarín a sus años.

Mientras se comían el postre, Renato le ha dicho que él se podía comer la tarta porque hacía tres horas de bici al día. Jairo no hace ningún tipo de deporte y le ha confesado que él era una tortuga. A Renato le ha despertado la curiosidad saber si era lento para todo y le ha dicho que a él también le gustaba hacer el amor muy despacio.

Los dos son de verano “de tierra caliente” y han tenido claro que la cita había sido muy divertida, y que querían volver a verse para saber hasta dónde podían llegar.