Miriam, en shock al saber que su cita de ‘First Dates’ es finlandés: “No estoy yo para aprender idiomas”

Miriam es una chica muy atrevida y muy sociable. Ha llegado a ‘First Dates’ nerviosa y se ha pedido un mojito para tranquilizarse, pero tiene claro que ella está “loca del coño” de todas maneras. Le gustaría encontrar a un chico con vidilla como ella y si tiene pinta de “te voy a arruinar la vida, mejor”. Eso sí, deporte no hace, solo sale de fiesta.

Se ha quedado muerta al saber que su cita era finlandés y no se ha visto ella hablando idiomas. Aleksi, su cita, lleva 22 años viviendo en Málaga y lo tiene claro “la gente del sur no tiene que ser fría”. Miriam ha sentido que no era un chico en el que se fijaría por la calle, pero le ha gustado su acento andaluz y ha comenzado la cita con ganas porque por la personalidad, igual la podía llegar.

Aleksi ha querido saber por qué había venido al programa y ella le ha dicho que era joven, pero que no le había ido bien en el amor. Él solo ha tenido una relación y le suelen gustar las mujeres mayores. Ella ha querido saber si le gustaban las mujeres un poco locas y él le ha dicho que sí porque de vez en cuando le entraba la sangre finlandesa “y me congelo”.

Para que no se asustara, le ha dicho que no salía mucho, pero ella cada sábado está “loca perdida” dándolo todo en la discoteca. El soltero se ha interesad por los piercings de su cita y al saber que tenía uno en el ombligo ha soltado la pregunta “¿En los pezones?”. Miriam ha sentido que le iba la mirada a su escote y ha cambiado de tema preguntándole por sus tatuajes y el color de sus ojos.

Ambos estaban convencidos de que le había gustado al otro, pero la realidad es que no se habían gustado ninguno de los dos “los ojos es lo único que tiene bonito, lo siento”, “es guapa, pero no es de mi rollito”.

En el reservado, Miriam ha querido saber qué le había parecido y los dos se han dicho que estaban cómodos, y que se habían visto guapos, pero en el momento de la verdad, los dos han tenido claro que no había surgido la chispa y que, para un rollito, vale, pero no para una relación.