El Pablo Iglesias de garrafón mueve la cintura (del cambio) con ritmo bolivariano

cuatro.com 27/05/2016 23:53

“Impresionante”, le decía Pablo Iglesias a su otro yo al reencontrarse. “Eres acojonante, Pablo”, le contestaba. Después de los piropos, Pablo Iglesias comenzaba la entrevista a sí mismo.

“Si es verdad que has estado en Venezuela tanto tiempo como dicen tendrás que saber bailar... báilame algo”, le pedía. “Si tú me lo pides Pablo…”, contestaba el Pablo ‘de mentira’ mientras se levantaba y comenzaba a bailar. “Mira, la cintura del cambio”, decía sin parar de bailar y mientras Pablo Iglesias no podía contener la risa.

La carga de trabajo, una supuesta reforma en La Moncloa o los problemas con Errejón para entrar en las discotecas fueron algunas de las preguntas a las que se enfrentó Joaquín Reyes convertido en Pablo Iglesias.

En la entrevista con su álter ego de chichinabo, Pablo Iglesias quiso entrar también en temas más íntimos. “Creo que todo el mundo que toca la guitarra es para meter el ‘pizarrín’… y yo pues también", cuenta.

"A mí, como al pueblo en general, me gusta meterla en caliente. Creo que el PP es un partido de gente muy ‘follarina’. En Podemos creo, y eso también es un problema, que la gente piensa que follamos más de lo que follamos, follamos poco”, explica.

Pablo Iglesias y su otro yo, frente al Congreso

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Pablo Iglesias, junto a su alter ego de chichinabo, terminan la entrevista frente al Congreso de los Diputados. “Como dice ‘Spiderman’: un gran poder conlleva una gran responsabilidad. ¿Estás preparado para ‘petarlo’ fuerte, Pablo?”, le decía el Pablo ‘de garrafón’ antes de sufrir un percance con la policía.

Raúl Pérez, el coach de Joaquín Reyes para perfeccionar su imitación

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Tras pasar varios días con Pablo Iglesias e investigando sobre su vida, Joaquín Reyes recibe los consejos del que va a ser su coach, Raúl Pérez, para perfeccionar su imitación. El imitador enseña los gestos más característicos del político para que a Joaquín no se le escape ningún detalle.

El político y sus compañeros analizan su aspecto físico

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Antes de la transformación, lo primero que quiere saber el humorista es cómo se ve el político a él mismo. “Me veo con chepilla, mi madre siempre me dice que me estire, pero ya quisieran muchos tener mi tipín”, asegura. Pero Pablo Iglesias tuvo que cambiar alguna cosa de su aspecto cuando se inició en política. “La verdad es que he tenido que cambiar muy poquito. Me dijeron que me quitara el pircing y los pendientes e hicieron feliz a mi madre”, cuenta.