El jefe de un restaurante abusa de sus empleadas forzando la puerta del vestuario mientras se cambian

cuatro.com 03/07/2012 10:44

Sin avisar, su jefe entra en el vestuario femenino y observa lascivamente a Luz mientras se cambia de ropa. Ella está el límite de su paciencia, sus constantes negativas y sus gritos no son nada para su acosador, que ha llegado a realizar este acoso durante cinco días seguidos. Luz asegura que así es imposible vivir.

Harta del miedo a que nadie le crea, Luz decide poner cámaras en el vestuario. De esta manera podemos ver cómo su jefe fuerza la puerta del vestuario con un destornillador, al estar la puerta cerrada por dentro, e irrumpe con el simple pretexto de “Solo quiero verte el culete”.

Pero las miradas no son suficientes para él, y continúa su acoso con toqueteos e insinuaciones sexuales, solo tiene un objetivo y él mismo lo confiesa en una de las grabaciones: “Si pudiera, te lo comería bien”, confiesa el agresor.

Ante las continuas negativas de Luz, su jefe reacciona con evasivas, no quiere dejar de tocar, solo tiene en mente un objetivo: “Yo te lo comería bien comidito”, dice mientras ‘bromea’. Pero sus formas van más allá, suele cerrar la puerta del baño por dentro a sabiendas que no hay nadie más en el restaurante e intenta engañar a Luz diciéndole que la puerta no puede abrirse y que tendrán que quedarse dentro.

Luz asegura que no había denunciado antes por miedo a las represalias. Represalias que se cumplieron cuando mostró las grabaciones al dueño del restaurante. Recibió insultos y amenazas. Fue acusada de seguirle el juego y además, fue despedida.

Pero Luz no es la única empleada acosada por su jefe. Otras chicas han sufrido los mismos acosos que Luz, pero solo dos más se atrevieron a denunciar. Este es el caso de Marili, cualquier hora era buena para recibir groserías de su jefe. Solía decirle cosas tales como: “Tienes las tetas muy grandes y dan deseo de tocarlas”, asegura ella.

El sujeto aseguraba conocer la ubicación de todas las cámaras de seguridad del restaurante, pero no eran problema para él, afirmaba que lo borraba todo para no levantar sospechas, según nos cuenta Marili.

En la actualidad todas las empleadas que denunciaron fueron despedidas, y el acosador, sigue ocupando su puesto de trabajo.