Mis vecinas son prostitutas... en 'Diario de'

cuatro.com 12/12/2011 20:12

Un prostíbulo en un piso, en pleno centro de Madrid, hace la vida imposible a todo un vecindario. Varios de estos vecinos denuncian a Diario de que el trasiego de clientes y prostitutas es constante, los gritos y peleas en el rellano diarios, y muchas veces se encuentran con parejas practicando sexo en el ascensor.

Además, Diario de descubre que una niña de apenas 13 años de edad, hija del dueño, es testigo de todo lo que ocurre en el prostíbulo. Los vecinos se sienten impotentes porque ni siquiera la policía puede resolver su problema.

Trabajos sólo para extranjeros

Anuncios como este: “Trabajo sólo para extranjeros” abundan en la red. Son ofertas de empleo, discriminatorias hacia los españoles, que esconden tras de si la explotación al inmigrante. Reporteros del programa demuestran que en la campaña de la recogida de naranja en la zona de Levante, hay intermediarios que niegan sistemáticamente a los españoles la posibilidad de trabajar.

Dicen que los españoles son vagos y se dedican todo el rato a fumar mientras que los extranjeros son más diligentes y no ponen trabas. Los españoles se quejan de que no les dan trabajo y los inmigrantes que son explotados con condiciones laborales lamentables.

Fraude en las bajas laborales

El 20% de las bajas laborales son mentira, un fraude. Diario de recibe la denuncia de un pequeño empresario cordobés que tiene a un empleado que está de baja y que ha montado un taller en el que trabaja diariamente. El programa descubre que ese empleado de baja está estafando a su jefe y ala seguridad social.

Mercedes Milá entrevista a dos detectives cuya actividad principal son las bajas fraudulentas. Le muestran diversas grabaciones que han servido para probar ante el juzgado el engaño de varios trabajadores a sus empresas.

Cuatro ancianas resisten al cierre de su residencia

Cuatro ancianas resisten en una residencia malagueña cuyos dueños quieren derribar. Aseguran que el edificio amenaza ruina y por eso pretender echar a todas las residentes. Las 4 ancianas y sus familiares están dispuestos a aguantar lo que haga falta. Afirman que la residencia está en perfectas condiciones y lo único que quieren los dueños es echarles para especular con el terreno.

Diario de comprueba que aparentemente las instalaciones están en perfecto estado y que no hay signos que demuestren que el edificio pueda resultar peligroso.

Una 'ONG' bajo sospecha

Un voluntario asegura que la ONG para la que trabajaba se dedica a vender ropa de marca donada para lucrarse. Diario de acude a una de las tiendas solidarias de REMAR y compra prendas nuevas de Cortefiel que supuestamente deberían ir destinadas a personas sin recursos.

La marca desconoce la actividad de la ONG, que además, no factura ninguna de las prendas que vende ya que se supone que son donaciones.