Corrupción en el Estrecho, yemas de huevo milagrosas y una guerra okupa en 'Diario de'

cuatro.com 11/01/2014 02:02

Diario de…” ha descubierto a dos agentes de la Guardia Civil que permitían la entrada de hachís por el Estrecho de Gibraltar. Un equipo del programa localizó a dos miembros de la Benemérita que llevaban varios años burlando los sistemas de seguridad en la costa. Estos dos delincuentes, gracias a sus contactos, consiguieron abrir una brecha en los modernos sistemas de seguridad del Estrecho. Con la connivencia de algunas personas que manejaban las patrulleras, conseguían que las planeadoras cargadas con toneladas de hachís llegaran y desembarcaran en las playas de Almería y Cádiz sin que nadie las interceptara.

Dos reporteros se citaron con los dos agentes corruptos para cerrar un trato que les garantizara la entrada de droga por la costa a cambio de una importante suma de dinero. Pedían 150.000 euros por hacer el intercambio.Tras este encuentro, Mercedes Milá acude con las imágenes a la Agrupación Unificada de Guardias Civiles para denunciar a estos dos miembros de las fuerzas de seguridad.

Un veterinario asegura que reactiva células madre con yemas de huevo

‘Diario de…’ ha denunciado el timo de un veterinario que asegura haber encontrado una fórmula milagrosa: la reactivación de las células madre a través de la yema de huevo sometida a una temperatura concreta. El veterinario está 'convencido' de que tiene propiedades anticancerígenas y completamente curativas: “Hay gente tetrapléjica que está recuperando la sensibilidad”. Afirma ante las cámaras ocultas del programa que él mismo se ha curado gracias a este tratamiento: “La yema de huevo me ha curado una fibromialgia muy fuerte. Yo n podía moverme si no me tomaba cinco aspirinas al día”. Los bioquímicos ratifican que esto es "imposible".

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Amenazadas por sus vecinos okupas

Estrella y María Antonia son dos vecinas de un barrio de Mallorca que viven aterrorizadas por familias de okupas que quieren echarlas de sus casas. Para conocer lo que está pasando, el programa descubre que varias familias están actuando como auténticas mafias adueñándose de los edificios del barrio para luego revenderlos a inmigrantes o españoles muy necesitados.

Hartas de las amenazas y de la porquería que los okupas van dejando por el vecindario, las dos denunciantes se han enfrentado cara a cara contra el clan gitano que, según declaran, les está haciendo la vida imposible. Cuando han llegado los insultos, uno de los okupas se ha puesto violento y ha pretendido pegar a una de sus vecinas.