El caso de José y Elena es un claro ejemplo del fraude bancario al que se han visto sometidos un gran número de jubilados en nuestro país. Sin saber exactamente lo que firmaba, José aceptó una serie de condiciones disfrazadas de contrato a plazo fijo que, en realidad, le endeudaban de por vida. “Me dijeron que podría sacar mi dinero cuando me hicieran falta y mi mujer lleva veinte años con alzheimer y yo ya no puedo cuidarla. Nunca pensé que me podrían engañar pero ya les he pedido mis ahorros varias veces y no me los quieren dar”, ha contado la víctima a Diario D.
Cuando le hablaron de las participaciones preferentes, José, supuestamente, firmó un documento en el que admitía tener los conocimientos financieros necesarios para entender las condiciones de esa participación. Preguntado por su abogado, y delante del banquero, el afectado ha negado saber lo que estaba firmando: “Yo jamás dije que tenía esos conocimientos financieros porque ni los tenía antes ni los tengo ahora”. Y aún peor. La firma que aparece de Elena, su mujer, en otros documentos del mismo tipo, ni siquiera se corresponde con la firma verdadera. “Pues sí, parece que no es la misma”, ha reconocido el agente del banco, sin preocuparse más por el asunto.
"Ese dinero ha servido para tapar agujeros de la crisis"
La asociación ADICAE ha explicado cómo y para qué se ha tramado este fraude. “Con todo ese dinero que se ha captado, mayoritariamente de las cuentas de personas mayores, lo que se ha hecho ha sido tapar otros agujeros que han venido más tarde con la crisis económica. Pero podemos decir abiertamente que los bancos sabían perfectamente lo que hacían”.
Elena muere de alzheimer sin haber recuperado su dinero
Poco tiempo después de que José comenzara esta lucha, su mujer murió sin haber recuperado su dinero. Algo que José no está dispuesto a permitir. “Yo al banco no se lo perdono. Tendré que pelear para ver si consigo recuperar el dinero. Aunque mi mujer no necesita ya ese dinero para nada no quiero tener nada ahí. No sé ni lo que voy a hacer porque ahora mismo no tengo ilusión de nada”, ha concluido esta víctima de nuestro sistema financiero.
Los bancos les animaron a invertir su indemnización en participaciones
Mercedes Milá ha hablado también con algunas de las víctimas del 11M. “Ni ellos se han librado de las preferentes”, ha dicho la presentadora, que se ha quedado impactada con el testimonio de Araceli: “Yo soy víctima declarada del atentado del 11 de Marzo. Me dieron una indemnización y no sabía qué hacer con ese dinero porque me quemaba. Me quemaba porque yo sobreviví y ellos no y el banco me habló de las preferentes, aunque yo estaba preocupada por si lo perdía, pero me dijeron que se podrían vender en dos días y lo recuperaba. A día de hoy no lo tengo y, sin un día por lo que sea no puedo pagar mi hipoteca, no puedo contar con ese dinero”.