Las palabras del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, y las del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, han llegado hasta Nigeria, donde se encuentra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
En una rueda de prensa en la región nigeriana de Abuja, Zapatero ha asegurado de forma rotunda que no abaratará el despido ni llevará a cabo reformas laborales que restrinjan los derechos de los trabajadores, tal y como se incluía en su programa electoral y de investidura.
Trichet defendió este lunes en Madrid que España debe acometer una reforma laboral para hacer frente a la crisis económica y advirtió que el coste de la protección laboral es "excesivamente oneroso" para los empresarios.
Además, el jefe del Ejecutivo ha puntualizado que "es muy distinto ser gobernador de un Banco Central quepresidente del Gobierno".
El Banco de España, en contra
Horas antes, el gobernador del Banco de España expuso, en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso de los Diputados, una tesis contraria a la del Ejecutivo al asegurar que es "ineludible" una nueva reforma laboral en España, que se adapte a las necesidades y a la realidad económica actual.
En este sentido, Fernández Ordóñez ha apuntado que en el terreno de la negociación colectiva es necesario que las condiciones laborales y retributivas se ajusten con "más flexibilidad" a la situación económica.
Para Fernández Ordóñez también es "vital" introducir cambios en los sistemas de contratación y una mejora de los sistemas de intermediación en el mercado laboral, así como en la movilidad y en la formación de los desempleados.
Sus recetas para superar la crisis
Por otra parte, el gobernador del Banco de España ha insistido en que las ayudaspúblicas que reciban las entidades financieras en dificultades no pueden ser "incondicionales", ya que deben ir acompañadas de reestructuraciones para limitar el coste para los contribuyentes.
Respecto a la situación del sistema financiero, Fernández Ordóñez ha hecho hincapié en que el incremento de la morosidad "no se ha agotado todavía" y seguirá afectando a las cuentas de resultados de la banca, que continuarán a la baja presionadas también por los menores márgenes derivados de la caída de los tipos de interés.
Por ello, el gobernador ha reclamado un mayor recorte del gasto público, sobre todo el "improductivo", para corregir el déficit de las arcas públicas.
Además, ha asegurado que la contracción de la economía durante el segundo trimestre del año será menor que el descenso registrado en el primer trimestre del año. No obstante, el gobernador apuntó que la caída del PIB será "sustancialmente inferior" a otros países de la UE, si bien advirtió de que el paro continuará en tasas elevadas, "lo cual es una de las debilidades fundamentales de nuestro entramado institucional".