La mujer quiso que sus caballos, Dutch y Cricket, formasen parte de la sesión y, por ello, se fotografió con ellos. En un determinado momento, Cricket sonrió para la instantánea.
“Me llamó la atención al principio cuando empezamos a hacer las fotografías. Mientras la novia sonreía, el caballo miraba hacia arriba y ponía los dientes así”, ha desvelado el fotógrafo, según publica Fox News.
Sin embargo, Womer ha reconocido que Cricket no sonrió exactamente por las cámaras. “Honestamente, el caballo está sacudiendo la cabeza”, ha dicho.