Enseña a su abuelo a leer después de que este le ayudara a acabar Primaria

Notiicas Cuatro 26/11/2017 14:06

Todos los días Efraín caminaba seis kilómetros junto a su abuelo Ángel para llegar a la Escuela rural Nº 239. Ese esfuerzo hizo que lograra acabar la Primaria y pasar a Secundaria. Además, enseña a su abuelo a leer en su tiempo libre.

La foto que se viralizó hace un año está casi olvidada en el pueblo, pero para Efraín y su abuelo les cambió la vida porque fueron invitados por la Fundación River (del equipo argentino River Plate, del que son hinchas) a visitar Buenos Aires, el estadio Monumental e, incluso, conocieron al presidente Macri. Y también permitió que se conociera su historia y sus preocupaciones: “La escuela secundaria queda todavía más lejos que la primaria, no va a poder ir caminando. Necesitamos una bicicleta”, explicaba entonces su tío Sergio al periódico Clarín.

Las donaciones llegaron. Y no solo llegó una bicicleta para Efraín, sino también para otros niños de su pueblo. “Mi bici es gris, chiquita. Un pedal está flojo, lo tengo que arreglar. Pero el resto funciona bien. Voy solo pero vuelvo pedaleando a las 12 con mis amigos Marcelo, David y Lisardo”, dice Efraín.

Pero si bien Pampa Chica recibió con sorpresa y alegría las donaciones, no fueron suficientes para cambiar su realidad. Les sigue faltando de todo, desde agua corriente hasta caminos que no se inunden, advierte Sergio. Casi no hay trabajo formal y la comida es poca, observa.

Efraín se levanta puntual a las 5 de la mañana. “A veces desayuno algo, otras me lavo los dientes y salgo directo porque a las 9 me dan un sándwich en la escuela”. Pedalea media hora entre un tramo de tierra, otra de asfalto y vuelta a la tierra. Cuando llueve todo se complica más. “Ya me pasó de terminar completamente embarrado”, comenta a Clarín.

Le está yendo muy bien en la escuela. “La secundaria me gusta, es diferente. Ahora tengo más materias. En un mismo día, entran y salen del aula varios profesores”, afirma.

Ahora, además, ayuda a su abuelo a aprender a leer. “Mi abuelo sabe firmar pero no sabía leer su nombre, estoy ayudándolo para que aprenda a juntar las letras”, explica. “Él me dice siempre que no abandone el colegio. Que tengo que seguir por mi futuro, para conseguir un buen trabajo. Le estoy haciendo caso”.