Hasta 7.000 personas llegaron a agolparse a las puertas de la granja de Bogle birdseed, con la mayor plantación de girasoles de Canadá, el pasado sábado 28 de julio. Con un parking con capacidad para 300 coches, los dueños se vieron sobrepasados. Todo para conseguir una fotografía que subir a las redes sociales.
La idea, en cambio, no es nueva. Hace tres años, Brad Bogle, quien dirige la plantación junto a sus progenitores, decidió abrir junto a la plantación un aparcamiento para que los que quisieran fueran a hacerse fotografías sin problemas y de manera gratuita. Debido a la rotación de cultivos, esta fue la última vez que plantaron girasoles. Hasta ese año.
La familia Bogle abrió la plantación al público el pasado 20 de julio con un precio de 7 dólares y medio, excepto los niños menores de 12 años que entraban gratis. Los granjeros incluso habían contratado a ocho trabajadores más y colocado dos baños portátiles para mejorar así la experiencia de todo el que quisiera ir a hacerse fotografías, según ha publicado Globe and Mail.
"Todo iba bien, hasta que llegó el sábado", ha afirmado Brad a The National Post. A las 8:30 horas de ese día, ya había una fila de 30 coches en el acceso, a pesar de que no habrían hasta las 9:00 horas. Por ello, el abuelo de Brad llamó a la policía avisando de la situación. Una hora después de la apertura, el aparcamiento ya estaba completo.
Sin embargo, la cosa comenzó a empeorar. “Lo he descrito como una apocalipsis zombi”, afirma Bogle. En torno a 7.000 personas acudieron ese día y alrededor de 1.000 no pagaron entrada, según sus cálculos. "Uno de mis vecinos me dijo que pilló a dos personas intentando hacer sus necesidades en el jardín de su casa", confirma.
Esta es la razón por la que han decidido cerrar al público para siempre la plantación. En un comunicado en su página de Facebook han pedido a la gente, además, que no vayan. Aunque reconocen que todavía hay alguna persona que intenta entrar, para conseguir una fotografía con los famosos girasoles.