456 víctimas en la estampida de Camboya

Cuatro/CNN+ 24/11/2010 13:18

El balance de muertos en la estampida ocurrida el lunes por la noche en las proximidades de Phnom Pehn asciende ya a 456, de los que 109 murieron en el lugar de los hechos, según han informado las autoridades camboyanas.

La estampida se produjo en un puente de la isla Diamante, próxima a la capital, mientras se celebraba el Festival del Agua. Según el último balance del subcomité encargado de la tragedia, 347 personas han muerto en los hospitales de la zona y 109 en el acto.

Sigue la investigación

Por el momento sigue sin estar claro qué provocó la estampida. El ministro de Información camboyano, Khieu Kanharith, ha dado a entender, según informan los medios locales, que rumores de que el puente era inestable provocaron el pánico entre los presentes.

"Así empezó el pánico, había demasiadas personas y no tenían donde huir", ha señalado el ministro, que ha aclarado que muchas de las víctimas fallecieron por asfixia y heridas internas. El Gobierno ha formado un subcomité de investigación formado por policías y responsables del Ministerio de Justicia para aclarar lo ocurrido.

Asimismo, se están emitiendo anuncios en la radio para solicitar la colaboración ciudadana. "Estamos pidiendo a todos los testigos que testifiquen", ha explicado el ministro.

La mayoría de las víctimas perecieron aplastadas o ahogadas en el lago, donde habían acudido para celebrar el tercer y último día del festival de Bon Om Touk, que marca el final de la estación de las lluvias. La mayoría de las víctimas son jóvenes que quedaron atrapados en el puente.

El primer ministro de Camboya, Hun Sen, ha declarado jornada de luto nacional el jueves próximo y ha ordenado a las instituciones del Estado arriar la bandera a media asta en señal de duelo.

Funerales de las víctimas

Los familiares de los la víctimas despedirán este miércoles a sus seres queridos, mientras cientos de personas buscan a sus familiares entre los 755 heridos en los hospitales con la esperanza de encontrarlos con vida.

El hospital Calmette,

el mayor de la capital, está desbordado por la llegada de heridos y cadáveres, que se amontonan en las salas tapados con sábanas o toallas.