¿Por qué tiramos a la basura alimentos que aún se pueden consumir?

CUATRO 10/05/2011 12:23

Aunque "las diferencias son claras", nos comenta el Vocal Asesor de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Juan Julián García Gómez. "Un consumo preferente indica una fecha de consumo recomendado. A partir de ese momento, lo que puede pasar es que dicho producto pierda alguna de sus propiedades", asegura.

Ahora bien, cuando en un artículo aparece la fecha de caducidad, "lo que indica es que a partir del momento marcado supone un peligro para la salud".

Tanto estas diferencias, como el tipo de etiquetado o los productos que quedan exentos de dicho marcaje aparecen recogidos en el Real Decreto 1334/1999, de 31 de julio, por el que quedó aprobado la Norma general de etiquetado de los productos alimenticios "y que puede consultarsea través de nuestra página", apostilla García Gómez.

En él puede leerse como en todos los productos alimenticios debe figurar la fecha de duración mínima o la caducidad salvo algunas excepciones como son: las frutas y hortalizas frescas, los vinos o productos similares, la sal de cocina o los refrescos.

La importancia de la conservación

Aunque parezca obvio, la fecha de caducidad o de consumo preferente que aparece en los productos sólo es válida en el caso de respetar las formas de conservación.

Así, por ejemplo, "sabemos que un huevo caduca a los 28 días, pero puede resultar tóxico antes si no se mantiene en un lugar refrigerado, etc.", nos explica García Gómez.

Pese a contar con lo anteriormente expuesto, en España se producen cerca de 8.000 intoxicaciones alimentarias al año. Una gran mayoría (unas 5.000) por salmonelosis, según un estudio realizado por Mapfre.

La mayor parte de las veces tienen consecuencias leves pero, en algunos casos, pueden resultar fatales.

"Lo importante es saber interpretar el etiquetado en los productos y saber conservarlos", concluyen desde la AESAN.

Una medida que puede evitar que tanta comida en buen estado acabe desaprovechada. No hay que olvidar que más de 35.000.000 personas mueren de hambre cada año, según un informe la Organización de Naciones Unidas.