Cálculos realizados por Steven Stanley, de la Universidad de Hawai, apuntan a que esta 'gran mortandad' acabó con alrededor del 81 por ciento de las especies marinas, y no con entre un 90 a un 96 por ciento determinado en otros estaduios. Es todavía una extinción en masa, pero, "la vida no estuvo a punto de desaparecer al final del Pérmico, como a menudo se ha dicho".
Su trabajo, publicado en la revista Proceedings, se basa en el efecto Signor-Lipps, presentado en 1982, que establece que el registro fósil de los organismos nunca estará completo, debido a que no se registrarán como fósiles ni el primer organismo ni el último de un taxón determinado.
El más famoso ejemplo del efecto Signor-Lipps es el pez ancestral celacanto. Se pensaba que se había extinguido hace alrededor de 66 millones de año, pero un espécimen vivo fue capturado frente a la costa de África del Sur en 1938.
Con un modelo matemático aplicado a esta premisa, Stanley determinó que una extinción en masa podría parecerse más a un proceso en que las especies más raras desaparecen antes que las más comunes, por ejemplo.
Tomando Signor-Lipps en cuenta, Stanley calcula que la extinción a finales del Pérmico, hace unos 250 millones de años, acabó con el 81% de las especies marinas, menos que el muy citado porcentaje del 96 por ciento.
Las especies supervivientes comprendieron 90 órdenes y 220 familias, que "encarnan una enorme cantidad de diversidad morfológica, fisiológica y ecológica", escribe Stanley.