Valeet funciona en el centro de Madrid, donde ofrece su servicio en Malasaña, Recoletos, Justicia y barrio de Salamanca, una ciudad donde sólo el 27% de los edificios residenciales tiene aparcamiento y el 30% del tráfico y los embotellamientos urbanos se atribuye a los usuarios que buscan un sitio donde aparcar su coche.
El servicio pone en contacto al propietario del vehículo con un conductor de Valeet para que éste último se encargue de llevar el coche a un aparcamiento privado y vigilado y devolverlo a su dueño cuando este lo requiera y sin importar dónde se encuentre, aunque no sea el lugar de recogida inicial.
Valeet requiere que el usuario se registre en su servicio a través de la aplicación, disponible para Android e iOS. El usuario avisa de a dónde se dirige y cuando llega a la localización marcada, él y el conductor de Valeet se identifican a través de un código de seguridad que solo ellos conocen.
Los conductores de Valeet están perfectamente uniformados e identificados, y se desplazan por la ciudad en patinetes plegables, por lo que son capaces de llegar a cualquier punto en un tiempo récord, como explican desde la compañía en un comunicado.
El coste total por hora del servicio es de cinco euros e incluye tanto el servicio de recogida y entrega como el tiempo de aparcamiento, cuyo precio puede ascender a 25 euros como máximo al día, explican desde Valeet. Además, el coche está asegurado hasta un millón de euros gracias a su acuerdo con AXA Seguros.
Valeet comienza dando servicio en el centro de Madrid (Malasaña, Recoletos, Justicia y barrio de Salamanca) con vistas a expandir su área de cobertura rápidamente. La compañía tendrá, en 2017, servicio tanto en la ciudad de Madrid como en Barcelona.