¿Hemos perdido las buenas costumbres? ¿O cómo han evolucionado?

CHANCE 18/10/2016 09:51

Este manual de protocolo, aconseja cómo actuar en las diversas facetas de la vida. De ahí radica su éxito, ya que viene a cubrir un hueco que tanto padres como educadores demandaban.

Concha Blanco, acompañada de su hija María Canosa naturales de Cee (A Coruña) decidieron embarcarse en este divertido e interesante proyecto.

CH: ¿Por qué un libro así? ¿cómo surgió la idea?

CB: La idea surgió en las aulas. Fui docente durante décadas, y en los últimos años de trabajo detecté (hablando y debatiendo con alumnos en horas de tutoría) que los jóvenes desconocían muchas de las normas de comportamiento que son habituales. Lo que más me llamó la atención, sin duda, fue el interés que mostraban en conocerlas y razonarlas.

Caer en la cuenta de que las normas lo único que pretenden es hacer la vida más cordial en sociedad, respetándonos los unos a los otros, les dio una visión del "protocolo" en la que no habían pensado.

MC: En ese momento, me uní al proyecto, ayudando en la búsqueda de información. Según lo que íbamos encontrando, comentábamos la documentación. Dado que teníamos puntos de vista de dos generaciones distintas, debatíamos sobre algunos aspectos. La involucración era tanta y tan divertida que mi madre me propuso hacerlo juntas, y así fuimos dándole forma al proyecto.

CH: ¿Cuál es el capítulo que más os gusta?

CB y MC: Las dos coincidimos en que no hay un capítulo preferido. Simplemente son cuestiones que tienen que ser así. Lo que nos gusta es el estilo desenfadado y natural que tenemos de presentar las cosas, porque eso es lo que pretendemos. No es un libro de protocolo de eventos sofisticados. No. Éste es un libro del día a día, por eso los capítulos son cortos, incluyen anécdotas o situaciones que pueden ocurrirle a cualquiera en nuestra rutina habitual. Lo que más nos gusta es dejar claro que lo mejor de todo es tomarse las cosas con humor, ser naturales y respetuosos. Lo de la actitud positiva y natural creemos que ya se nota hasta en los títulos de los capítulos, que son desenfadados.

CH: Realmente, ¿se han perdido tanto las normas de educación?

CB y MC: Las normas de comportamiento siguen estando ahí. Lo que sí es cierto es que la sociedad evoluciona y, siempre, todo tipo de normas va por detrás de esta evolución. Quizás, más difícil que imponer una norma o crear una nueva, sea adaptar las normas existentes a la sociedad que evoluciona. Puede ser que ése sea un motivo de que se haya relajado su uso. Con todo, en el libro se deja claro que lo importante es conocerlas, ya después cada uno decide si seguirlas o no, pero saber de ellas te aporta una seguridad que es muy importante para desenvolverse con comodidad.

Hacemos mucho hincapié en que algunas normas hay que saber recibirlas. En este libro, en el pensamiento que exponemos, no hay lugar para el menosprecio. Algunas normas son sólo síntoma de deferencia hacia la otra persona, jamás se acepta como síntoma de debilidad hacia el otro.

CH: En qué momento pensáis que se ha perdido.

CB y MC: No hay un momento concreto, simplemente, la sociedad evoluciona, cambia, su modo de desenvolverse no es el mismo...

CH: Estoy un tanto sorprendida porque para mí -sin ánimo de parecer nada, las conocía y era lo que aprendíamos de pequeños- entonces sería un repaso pero veo que lo que planteáis es como que hay un desconocimiento de la materia.

CB y MC: Nosotras creemos que con el libro no estamos diciendo que se esté obrando incorrectamente o que expongamos un dogma a seguir. Simplemente, lo que hacemos es exponer situaciones habituales en las que nos podemos encontrar cada día, y dar una idea de cómo solventarlas. Si el que lo recibe lo sabe o no lo sabe de anteman... eso no podemos decirlo nosotros.

Nosotras no somos ejemplo de nada, tan sólo recogemos de manera sencilla algo que "está ahí".

CH: Si se ha perdido tanto ¿creéis que se debe a los padres que se han olvidado de enseñárselas a sus hijos?

CB y MC: De nuevo, no pretendemos cuestionar ni la educación, ni el cambio de sociedad... ni mucho menos buscar un único causante. La sociedad evoluciona por multitud de factores, y todos ellos juntos son los que hacen que ésta se vaya modificando y adaptando a su nueva forma. Los cambios siempre llevan tiempo, son complicados y deben ser progresivos. En este salto de era, adaptarnos no puede ser inmediato. No se pueden cambiar unas normas por otras en un solo instante... hay que ir viendo las necesidades. Por ejemplo, primero llegaron los teléfonos móviles, y después sus utilidades y aplicaciones. Ahora es el momento, una vez instalados en nuestra sociedad, de definir cómo deben usarse. ¿Se ha perdido algo en medio? Pues no, tan sólo hay que darle el tiempo que necesita.

CH: ¿Por qué creemos que todo vale?

CB y MC: No todo vale, por eso este libro. Si todos nos ponemos en el lugar "del otro", somos empáticos, sabremos con mayor facilidad qué es lo que "vale mejor".

CH: ¿Se va a perder el usted?

CB y MC: No tiene por qué perderse. Lo que se ha perdido es su uso extendido. A los padres no se les trata de usted, aunque hasta no hace mucho sí era así. Ha cambiado su uso. Es un buen ejemplo de que la sociedad evoluciona, se modifica. No es que se haya dejado de usar, sino que la necesidad de aplicarlo se ha modificado.

CH: ¿Indica esto que se está usando incorrectamente?

CB y MC: Tampoco. Los jóvenes seguro que desconocían que hasta hace poco tiempo se trataba de usted a padres y abuelos, y que ellos no lo hagan no significa que sus padres los hayan educado mal. Tan sólo que la educación de estos tiempos requiere otro tipo de tratamiento.

CH: Preparar una mesa y el comer, ¿son las normas más difíciles?

CB: Resultó curioso ver que muchos alumnos desconocían que existía un modo 'oficial' de presentar la mesa. Cuando lo descubrían, pensaba que era laborioso tener que memorizar dónde situar los cubiertos o las copas. Pero una vez razonaban por qué cada uno de los elementos ocupaba un lugar preferente, se sorprendían de lo intuitivo que era. Se colocan del modo que resulta más cómodo para utilizar posteriormente. Resultaba muy agradable ver las caras de sorpresa y satisfacción que ponían cuando encontraban el motivo de disponer la mesa de tal modo.

Eso es, precisamente, lo que queremos fomentar con este libro, que seguir ciertas directrices no es para imponernos una norma a la fuerza, sino que se hace para hacernos la vida más fácil a los que nos rodean y a nosotros mismos.

CH: ¿Qué cosas no deben plantearse por whatsapp? Porque estoy viendo que hasta se contesta hasta a entrevistas de trabajo.

CB y MC: El uso del WhatsApp todavía no está definido completamente, pero sí es cierto que hay cosas que se deben realizar de manera personal, como son las entrevistas de trabajo. El WhatsApp es una herramienta de comunicación, y como tal, hay que utilizarla para esto, pero hay ciertos temas que se deben realizar en persona, viéndonos la cara y de manera formal.

CH: En el ámbito laboral cada vez es más frecuente no contestar a los correos, ¿es normal?

CB y MC: Lo habitual no tiene por qué ser lo correcto. La buena educación es siempre necesaria y responder a las llamadas, los escritos, los correos electrónicos entra dentro del respeto a los demás. Mejor es dar una respuesta, aunque sea negativa, a escondernos tras un silencio.