El recorrido propuesto por la colección del MUNCYT relacionado con la escucha, dibuja una cartografía sonora que reflexiona sobre la memoria y sus múltiples e inesperados senderos. El visitante podrá descubrir, hasta finales del mes de marzo, cómo suena un diapasón de 1860, un tocadiscos de 1970, o un Polyphon de 1890, entre otras piezas. Después de la escucha, el público descubrirá la historia de estas piezas y aprenderá para qué y cómo se usaban.
La capacidad evocadora de la mente y de los recuerdos no solamente se activa a través de sentidos como el sabor o el olfato, sino también a través del oído.
Esta capacidad también reside en los sonidos más característicos de las tecnologías que acompañan la vida de las personas desde la infancia: el murmullo del vinilo rasgado por la aguja de un antiguo tocadiscos, la peculiar y misteriosa resonancia de un antiguo módem conectándose al proveedor de Internet a finales de los años 90, o aquel metálico efecto del salto de línea en una máquina de escribir.