Un lagarto, maestro en 'dejarse la piel' contra los depredadores

EUROPA PRESS 07/02/2017 18:01

Los lagartos con escamas de pez del género Geckolepis tienen escamas grandes que se rasgan con facilidad, dejándolos libres de escaparse mientras que el depredador se queda con una boca llena de escamas. Los científicos han descrito ahora una nueva especie (Geckolepis megalepis) que es el maestro de este arte, con las escamas más grandes de cualquier lagarto.

La piel de los lagartos con escamas está especialmente adaptada al desgarro. Las grandes escamas están unidas sólo por una región relativamente estrecha que se desgarra con facilidad, y debajo de ellas tienen una zona de división preformada dentro de la propia piel. Juntas, estas características las hacen especialmente buenas para escapar de los depredadores.

Aunque otros lagartos son capaces de perder su piel si se agarran con firmeza, Geckolepis son aparentemente capaces de hacerlo activamente, y al menor toque. Y mientras que otros pueden tardar mucho tiempo en regenerar sus escamas, en esta especie pueden volver a crecer, sin cicatrices, en cuestión de semanas.

Esta capacidad notable ha hecho de estos lagartos un serio desafío para los científicos que quieren estudiarlos. Los primeros interesados describieron cómo era necesario cogerlos con trozos de algodón, para evitar que perdieran casi toda su piel. Hoy en día, poco ha cambiado, y los investigadores tratan de atraparlos sin tocarlos si es posible, atrayéndolos en bolsas de plástico. Pero una vez capturados, los retos no han terminado; identificarlos y describirlos es aún más difícil.

"Un estudio hace unos años demostró que nuestra comprensión de la diversidad de estos lagartos era totalmente inadecuada", dice Mark D. Scherz, autor principal del nuevo estudio y estudiante de doctorado en la Universidad Ludwig Maximilian de Munich. "Nos mostró que había en realidad trece líneas genéticas muy distintos en este género, y no sólo las tres o cuatro especies que pensábamos que existían. Uno de los linajes divergentes que identificaron fue inmediatamente evidente como una nueva especie, pero para nombrarlo, tuvimos que encontrar características fiables adicionales que lo distinguen de las otras especies".

Una tarea difícil: una de las principales formas en que las especies de reptiles pueden distinguirse es por sus patrones de escama, pero estos lagartos pierden sus escamas con tal facilidad que los patrones se pierden a menudo cuando llegan a la edad adulta. "Tienes que pensar un poco más allá con Geckolepis, son una pesadilla para identificar, así que nos dirigimos a la micro-TC para buscar sus esqueletos y buscar allí características propias".

Micro-TC (micro-tomografía computarizada) es esencialmente una radiografía 3D de un objeto. Este método permite a los morfológicos como Scherz examinar los esqueletos de los animales sin tener que diseccionarlos, abriendo nuevos enfoques para estudiar rápidamente la morfología interna de los animales.

Al mirar los esqueletos de los lagartos, el equipo fue capaz de identificar algunas características del cráneo que distinguen a sus nuevas especies de todos los demás. Pero también encontraron algunas sorpresas; una especie identificada hace 150 años, Geckolepis maculata, era diferente del linaje genético que se había pensado que era.

La nueva especie, Geckolepis megalepis, que fue descrita por investigadores de los EE.UU., Alemania y Columbia en un documento publicado en la revista de acceso abierto PeerJ, es más notable debido a sus enormes escamas, que son con diferencia las más grandes entre los lagartos. Los investigadores plantean la hipótesis de que las escamas más grandes desgarran más fácilmente que las más pequeñas, debido a su mayor área de superficie en relación con el área de fijación, y mayor superficie de fricción.

"Lo que es realmente notable, sin embargo, es que estas escamas -que son realmente densas y pueden incluso ser óseas y deben ser bastante costosas de producir energéticamente- y la piel debajo de ellas se arrancan con tanta facilidad y pueden regenerarse rápidamente y sin cicatriz", dice Scherz. El mecanismo de regeneración, que no está bien entendido, podría tener aplicaciones en la medicina humana, donde la investigación sobre regeneración ya está siendo informada por estudios en salamandras y colas de lagartos.