McAfee, de 67 años, huyó de su casa en Belice después de que su vecino estadounidense Gregory Faull recibiera un disparo letal en noviembre. El ingresó en secreto a Guatemala, pero las autoridades del país lo deportaron a Miami el miércoles.
"Estoy sorprendido por esto (...) él está caminando libre sin problemas en Miami. ¿Cómo puede ser eso?", dijo el jueves William Keeney, padrastro de Faull, a Reuters.
También dijo que le gustaría que se apliquen algunas restricciones a McAfee para evitar que desaparezca nuevamente y que espera que la policía de Belice lo pueda interrogar en Miami.
"¿Por qué John McAfee está trabajando tan duro para no reunirse con esas personas en Belice que tienen la tarea de resolver este crimen? ¿Por qué no coopera?", dijo Keeney.
La policía de Belice quiere interrogar a McAfee como una "persona de interés" en la muerte de Faull, pero las autoridades del país dicen que él no es el principal sospechoso. McAfee ha dicho que apenas conocía a Faull y que no tuvo "absolutamente nada" que ver con su muerte.
La policía de Belice dice que el tratado de extradición de su país con Estados Unidos sólo se extiende a sospechosos criminales, una categoría que no se aplica a McAfee.
Hablando el jueves afuera del hotel en Miami Beach donde pasó la noche, McAfee dijo que había sido despertado y sacado de la cama en su celda de prisión en Guatemala.
"Ellos dijeron vístete, te vas (...) Me pusieron en un avión y lo siguiente que supe es que estoy aquí en Miami", dijo McAfee en una conferencia de prensa improvisada en las escalinatas del hotel. "No hay nadie aquí que quiera dispararme. Estoy muy feliz de estar aquí", agregó.
McAfee dijo que se vio obligado a dejar atrás a su novia y que esperaría en Miami hasta que ella reciba una visa para ingresar a Estados Unidos.
McAfee, un excéntrico pionero de la tecnología, hizo una fortuna gracias al software de antivirus que lleva su nombre y había vivido en Belice durante cuatro años.
Según afirmó, la policía de Belice lo estaba persiguiendo porque se rehusó a pagar dos millones de dólares (1,5 millones de euros) en sobornos, y que el intento de extorsión ocurrió después de que soldados armados mataron a tiros a su perro, destruyeron su propiedad y lo acusaron falsamente de operar un laboratorio de metanfetaminas.
"No sabría cómo hacer metanfetaminas", dijo McAfee. "Antes que todo, en Belice esas operaciones las dirigen (la banda de narcotraficantes mexicanos) los Zetas", agregó.
"El margen de vender metanfetaminas no puede ser tan bueno como el margen de vender software", bromeó.