Las especies herbívoras, clave para proteger los ecosistemas del cambio climático

EUROPA PRESS 11/10/2017 20:01

"Los herbívoros crearon espacio para que otras plantas y animales se mudasen y vimos mucha más diversidad y variedad en estos ecosistemas", asegura la autora principal del estudio, Rebecca Kordas, que completó esta investigación como estudiante de doctorado en zoología en la UBC. "Queremos variedad porque descubrimos que ayuda a proteger el ecosistema cuando añade un factor de estrés como el calor", añade.

Para este estudio, Kordas, que ahora es investigadora en el Imperial College de Londres, y sus colegas crearon ecosistemas mini-marinos en la costa de Ruckle Park, en la isla de Salt Spring, en la Columbia Británica, en Canadá. Los mini ecosistemas fueron construidos sobre placas de plástico duro que permitieron a los investigadores controlar las temperaturas. Algunas de las placas permitieron entrar a los voraces herbívoros --en concreto, lapas--, y algunas los mantuvieron fuera.

Los investigadores estaban estudiando la vida en la zona intermareal, el área de la costa entre la marea baja y la marea alta. Esta zona es el hogar de una comunidad de estrellas de mar, anémonas, mejillones, percebes y algas marinas. A medida que la marea se mueve hacia adentro y hacia afuera, las plantas y los animales deben hacer frente a una enorme variación en la temperatura todos los días, a veces de hasta 20 a 25 grados Celsius.

"Estas criaturas ya están viviendo en sus límites fisiológicos, por lo que un cambio de dos grados --una predicción conservadora del calentamiento esperado durante los próximos 80 años o así-- puede ser una gran diferencia", afirma Kordas, que explica que cuando las olas de calor llegan a través de la Columbia Británica y el noroeste del Pacífico, se ve "la mortalidad en masa de numerosas especies intermareales".

EFECTOS "MENOS DUROS" GRACIAS A LAS LAPAS

Los investigadores encontraron que en el verano, cuando las temperaturas eran más cálidas, las comunidades podían ubicarse bien pese al calentamiento, pero sólo si había lapas. "Cuando las lapas eran parte de la comunidad, los efectos del calentamiento eran menos duros", indica el investigador.

Por su parte, el profesor de zoología en la UBC y autor principal en el estudio, Christopher Harley, dice que los consumidores como lapas, nutrias marinas o estrellas de mar son muy importantes para mantener la biodiversidad, especialmente en los ecosistemas acuáticos. La pérdida de estas especies puede desestabilizar los ecosistemas, con lo que su protección puede hacer que los ecosistemas sean más resistentes.

"Debemos pensar en maneras de reducir nuestros efectos negativos en el medio ambiente natural y estos resultados muestran que si hacemos la conservación y la ordenación básica, puede suponer una gran diferencia en términos de cómo los ecosistemas resistirán al cambio climático", concluye Harley.