Según Herrero, los padres o tutores "deben acompañar a los niños en sus primeros pasos en el uso de las nuevas tecnologías, especialmente en el acceso a Internet". "El establecimiento de pautas y recomendaciones es fundamental para la seguridad de los más pequeños. Al mismo tiempo, esta labor de los padres debe continuar en los centros educativos a cargo de los docentes", ha asegurado.
En este contexto, la institución educativa recomienda supervisar el acceso a Internet de los niños ya que las primeras incursiones de los más pequeños en el mundo digital deben ser tutorizadas por un adulto. "No se trata de vulnerar la privacidad del menor, sino de evaluar el uso que hacen nuestros hijos de Internet. La supervisión debe ser continuada, a pesar de que se hayan establecido unas normas", destacan.
Asimismo, se recomienda advertirles de los peligros que entraña navegar por Internet; asegurarse de que nunca compartan datos personales con desconocidos; inculcarles una rutina para el cambio de contraseña; enseñarles a omitir la descarga de archivos poco confiables; formarles en el uso de las redes sociales; y explicarles que si alguien les molesta en Internet tienen que pedir ayuda.
"Los padres no pueden controlar todos los pasos de los menores en Internet. La única manera de garantizar su seguridad en la red es educar desde el principio. No debemos atormentar a los más pequeños con los peligros de las redes, pero sí establecer unos buenos hábitos de seguridad y ganarnos su confianza en este campo. De esta forma, Internet se convierte en una herramienta de aprendizaje complementaria con mucho potencial para los menores", ha concluido Ana Herrero.