Pero aunque los termómetros cambien en las próximas semanas, el otoño siempre es una buena época para viajar y hacer planes diferentes. Descubrir nuestra propia geografía se nos presenta como una alternativa muy apetecible para los fines de semana de esta estación, así como para los días festivos que tendremos este 12 de octubre y 1 de noviembre.
Un buen ejemplo de escapada es visitar la zona de Ribeira Sacra en Galicia. Un auténtico paraíso para los amantes del buen vino y para los que quieran disfrutar de la riqueza de un paisaje único. La Ribeira Sacra es un territorio que se extiende por una veintena de municipios distribuidos entre el sur de la provincia de Lugo y el noreste de la provincia de Ourense. A pesar de que la tradición por el cultivo vinícola se remonta a época de los romanos, 1996 fue el año en el que se constituyó con el objetivo de proteger esta zona y dar a conocer sus vinos.
Entre sus escarpadas laderas bañadas por el río Sil y el Miño, el turista podrá observar un vendimia de lo más pintoresca. Hablamos de la viticultura heroica, una forma de trabajar la uva determinada por la particular orografía de esta zona. Una realidad que obliga a extremar las precauciones de seguridad a la hora de acercarse a las casi inaccesibles vides que reposan en las laderas del río. Las condiciones de recogida de la uva pueden ser tan difíciles que los arneses se convierten en una herramienta más para los agricultores.
Esta calificación solo está presente en el 5% de los viñedos de toda Europa, por lo que la Ribeira Sacra es una oportunidad única para poder apreciarla en su máximo esplendor en nuestro país.
Es en este entorno donde desarrolla su labor desde hace más de cien años Ponte da Boga, la bodega más antigua de la Ribeira Sacra. Fundada en 1898, está enclavada en el municipio de Castro Caldelas (Ourense). El cuidado que ponen en su trabajo les ha llevado a que su vino Ponte da Boga Mencía 2015 sea reconocido como el mejor tinto de la Denominación de Origen Ribeira Sacra. A esta creación, hay que sumarle los famosos vinos blancos gallegos como el Albariño o el Godello, o las especialidades con crianza en barrica como Porto de Lobos, Capricho de Merenzao o Bancales Olvidados.
Pero no todo es vino en la Ribeira Sacra. Además de disfrutar de la vendimia, la zona tiene una importante riqueza histórica pues cuenta con numerosos monasterios y emplazamientos religiosos donde disfrutar del arte románico. También, los recorridos en catamarán por el río Sil te permitirán ver desde cerca y entender verdaderamente el sacrificio y esfuerzo de todos los que se dedican a la viticultura heroica.