Se salvó de ser violada mientras corría y la pelea se registró en su app de fitness

Noticias Cuatro 15/03/2017 18:35

Lo que aquel día empezó como una carrera rutinaria por el Golden Garden's Park de Seattle, terminó como nunca hubiera imaginado.

Mientras Kelly Herron, de 36 años, estaba corriendo hizo una parada para ir al baño público del parque. Cuando se estaba lavando las manos notó que alguien la observaba y al darse la vuelta comprobó que había un hombre en la puerta observándola. "Mientras me estaba secando las manos, me di cuenta de que algo andaba mal", dijo. Instantes después, se abalanzó sobre ella, informó ABC News.

"Inmediatamente me tiró al suelo, golpeó mis rodillas y piernas, y fue entonces cuando empezamos a pelearnos en el suelo, mientras yo seguía gritando: 'hoy no, hijo de...'", una frase que se convirtió en un grito de guerra que repetía una y otra vez para evitar que la violara.

Seguidamente la mujer intentó resguardarse en un baño pero no sirvió de nada. El hombre consiguió llegar a ella y la propinó media docena de puñetazos. Después le bajó los pantalones para agredirla sexualmente.

Fue entonces cuando comenzó a insultarle y golpearle e hizo uso de lo que había aprendido en sus clases de defensa personal. "Recordé directamente lo que había aprendido en mis clases de defensa personal. Hay que ser fuerte y no tener miedo, si sientes miedo es importante que el agresor no lo sepa", según informa el mismo diario.

En ese momento, la joven agarró la cara del agresor y le empujó. "Trataba de escapar desesperadamente hasta que lo conseguí. Luego empecé a golpearlo en la cara hasta que lo encerré en el baño mientras esperaba a la policía. Tengo puntos en el rostro y el cuerpo lleno de moretones pero mi espíritu está intacto", explica.

En una entrevista a una cadena local dijo: "Claro que tienes miedo, pero quise que se diera cuenta de que no iba a vencerme, que no iba a ganar esa batalla".

Cuando llegó la Policía, identificaron al agresor como Gary Steiner, de 40 años y con antecedentes criminales y varias condenas por agresiones sexuales a otras mujeres en Arizona. Ahora está en la cárcel y se le acusa de intento de violación y asalto en segundo grado.

Herron compartió su historia en las redes sociales con el objetivo de ayudar a otras mujeres que puedan verse amenazadas cuando hacen running. Además, la aplicación que llevaba (que contaba los kilómetros que hacía y señalaba por dónde pasaba) grabó dónde sucedió la angustiosa pelea.

"Pensar en cómo defenderme fue lo que me motivó para salir de ahí. No paraba de repetirme que no podía ser violada por ese hombre en ese lugar". Y asegura que "no tenemos que dejarnos derrotar. No tenemos que estar calladas ante hechos como éste".