78 vidas rotas en la curva de Angrois

ATLAS 26/07/2013 11:25

Muchas son las historias de vida que se podrían contar en estas líneas, tantas como víctimas mortales y heridos ha dejado la tragedia del tren Alvia en Santiago. El IdealGallego.com recoge algunos testimonios de las personas que de alguna manera han visto como el destino fatal se cruzaba en su camino.

José María Romeral Escribano era vicario de la Iglesia de Santa Teresa de Colmenar Viejo, Madrid. Tenía 67 años, estaba de vacaciones. Romeral era muy querido en la localidad se le conocía como el párroco de los niños. Había cogido el Alvia con destino a Ferrol para pasar unos días con un amigo.

"Laura era buena y dulce. Una pena, 23 años”. Así habla la madre del novio de esta joven riginaria de Pontevedra. Laura viajaba en el tren siniestrado, de vuelta a Galicia, tras culminar en Madrid su proyecto de fin de máster. De la pareja de su hijo no alberga esperanzas de encontrarla. “Si no está entre los supervivientes, supongo que estará entre la gente fallecida", añade.

Otra de las víctimas mortales es Celtia Cabido, una joven de Xunqueira de Ambía. Este lunes, Celtia cumpliría 23 años y viajaba a la capital gallega junto a su prima, Eva Pérez, de 25, para ver a unos amigos que había conocido durante un Erasmus en Polonia. Las dos jóvenes se habían subido al tren en Ourense, con destino a Santiago de Compostela, cuando ocurrió el trágico suceso. Entre sus planes inmediatos, Celtia tenía previsto viajar a Londres este verano. Eva se había inscrito en un campo de trabajo en Italia para agosto, y su estado de salud es desconocido.

Entre los fallecidos también se encuentran un joven extremeño y su novia gallega, ambos de 21 años y estudiantes de tercer curso de Medicina de la Universidad de Lleida, También una alta funcionaria de la República Dominicana, Rosalina Ynoa, que quería dar una sorpresa a su hermana visitándola en Santiago.