Cuando el muñeco de nieve de su hija Layla apareció destrozado, Rachel Bell no se lo pensó dos veces y enseguida ideó una manera de rendir homenaje a la creación de su pequeña, quien nombró al muñeco como Brenda.
Con la ayuda de su hermana, Alyx Thompson, Rachel esperó hasta la una de la madrugada para que nadie pudiera ser testigo de su venganza: un ejercito de 43 muñecos de nieve repartidos por todo el vecindario los cuales formaban parte de una comitiva que rendía homenaje Brenda, según cuenta Metro.uk.
Para respaldar la peculiar idea, ambas publicaron en las redes sociales su propósito y para su sorpresa, la venganza de los muñecos de nieve se viralizó llegando incluso a Estados Unidos y Canadá. "Fue abrumador. Me dispuse a construir un muñeco de nieve, y luego recibí mensajes de personas en Estados Unidos y Canadá que decían que les encantaba lo que estábamos haciendo", afirma Rachel.
Además de este gran séquito, la madre y la tía de Layla crearon una tumba a Brenda la cual decoraron con rosas negras y varios carteles en los que se podía leer: "RIP Brenda. La bestia del noreste" y "ellos decían que estabas acabada, ¡pero no!".
Los distintos grupos de muñecos repartidos por el vecindario también portaban carteles que pedían "justicia para Brenda" o "traigan de vuelta a Brenda".