En un comunicado remitido por los propios vecinos, éstos han denunciado que en Lugo se volvieron a encontrar con las puertas cerradas del Obispado, cuando, han asegurado, estaban avisados con antelación y mediante comunicación escrita.
Los vecinos, tal y como éstos han transmitido, siguen "cada vez más unidos y con más ganas de manifestarse" en contra del traslado de su párroco, quien fue trasladado a Ribas de Sil y Quiroga.
Es por ello, han subrayado, que continuarán las protestas. De hecho, han anunciado que ya tienen programada una nueva manifestación en Guitiriz el próximo domingo 19 de marzo a las 11,00 horas, coincidiendo con el día de San José y el día del padre.
Seguirán pidiendo una nueva reunión y no pararán, han asegurado, hasta ser recibidos de nuevo para dialogar "distendidamente y con calma".
Y es que los vecinos, han relatado, dicen no estar "mejor atendidos pastoralmente", además de "no estar de acuerdo con las nuevas prácticas del nuevo sacerdote".
Asimismo, han hecho hincapié en que no volverán a ir a las iglesias hasta que el Obispado los reciba, al tiempo que han anunciado que, mientras la situación no cambie, tampoco colaborarán con el clero: "ni con aportaciones económicas ni ayudando en la limpieza de los templos".