En concreto, la EFSA ha informado en un comunicado de que finalizará en esa fecha la actualización de su análisis sobre tres plaguicidas (clotianidina, tiametoxam e imidacloprid) tras haber finalizado una ronda de consultas con expertos de los Estados miembros.
El responsable de la Unidad de Pesticidad de la EFSA, José Tarazona, ha explicado que se trata de un "proceso complejo" en que que la solicitud de datos de la agencia se ha traducido en "un gran volumen de información adicional" que los expertos "han estudiado deteniadamente".
"Durante la consulta con los expertos de los Estados miembros surgieron elementos adicionales y ahora queremos asegurarnos de que estos socios tienen la oportunidad de mirar los análisis revisados antes de finalizar nuestras conclusiones", ha señalado.
La Comisión Europea impuso en 2013 restricciones al uso de estos tres plaguicidas precisamente tras una evaluación de sus riesgos llevada a cabo por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria. Entonces, Bruselas determinó que estos tres químicos pueden afectar al sistema nervioso de los insectos causándoles parálisis y hasta la muerte, pero no suponen un riesgo para la salud humana.
Según los estudios disponibles cuando se tomó esta decisión, el uso de estos plaguicidas es uno de los factores que puede afectar a la disminución del número de abejas. Otros son la existencia de parásitos u otros agentes patógenos, la falta de medicamentos veterinarios o su mal uso, la gestión apícola y factores medioambientales como la desaparición de hábitats y de sustento o el cambio climático.