Trabajadores del CSN advierten del "grave deterioro" en la función reguladora bajo los gestores del regulador atómico

EUROPA PRESS 05/10/2016 17:29

En una carta remitida por estos técnicos, solicita a los miembros de la comisión parlamentaria ante la que rinde cuentas el CSN, que tomen cartas en el asunto y promuevan un cambio urgente en el regulador, ante las "inquietudes" de la asociación por el "deterioro progresivo" en el funcionamiento del CSN desde la renovación de su cúpula directiva en 2013.

Así, denuncian que desde entonces se producen situaciones "preocupantes" tanto en el propio ambiente de trabajo dentro del regulador atómico como en la propia seguridad nuclear y protección radiológica.

En ese sentido, expone que "los actuales responsables del organismo, con honrosas excepciones que resultan insuficientes por su aislamiento, han seguido desde su llegada una senda marcada por la instauración del miedo, la ocultación interna y externa de información y las presiones sobre los técnicos evaluadores e inspecciones".

Además, la asociación denuncia la "caza de brujas" de la "cúpula directiva" para conocer los miembros asociados a la ASTECSN y plantean que esta política conduce a situaciones "impredecibles y alejadas de la misión reguladora".

Aún más, la carta pone fecha al inicio de esta situación que denuncian y que comienza con la llegada del actual presidente, Fernando Martí, que "trajo cambios organizativos" en el relevo de mandos en el CSN. En primer lugar, cuestionan el nombramiento de la secretaria general con "escasa experiencia por no decir nula" en la gestión de organismos públicos y de quien dicen que ha abordado la gestión de persona "como si se tratara de una empresa privada".

Del mismo modo, la carta, a la que ha tenido acceso Europa Press, cuestiona otros nombramientos y ceses que la ASTECSN entiende que suponen un "desprecio" a la necesidad de conocimientos específicos y experiencia en esos puestos de fuerte componente técnica y un mensaje "claro" de "lo efímero" de los cargos de libre designación y acusa a esta cúpula de forzar "más que nunca a una sintonía con los objetivos políticos establecidos".

En definitiva, denuncian que desde entonces el CSN está "inmerso en una política del miedo" y que sus trabajadores están desmotivados y explica que los síntomas más visibles de esto son el silencio y la falta de debate dentro del organismo, al tiempo que advierte de que las continuas modificaciones de procedimiento están limitando la información distribuida tanto dentro como fuera de sus paredes.

FALTA DE INDEPENDENCIA, DEBATE Y TRANSPARENCIA

La carta de siete páginas, expone las deficiencias que para la asociación se están produciendo en materia de supervisión de centrales nucleares, relata la sobrecarga de trabajo y los enfrentamientos internos entre los técnicos y sus superiores.

Respecto a la información al público sobre los incidentes en las centrales nucleares lamentan la reducción de los sucesos que se publican y que "no resultan del agrado de los titulares de las centrales nucleares", cuestionando así la falta de independencia del regulador.

"Es fundamental que los inspectores mantengan su capacidad para identificar incidencias y poder solicitar a los titulares que emitan las correspondientes notificaciones. En la situación actual se ha ido perdiendo esa potestad y los inspectores residentes en las centrales nucleares han llegado a recibir indicaciones para que 'no pierdan el tiempo buscando estas incidencias'", añade la misiva.

Del mismo modo, resalta la reducción del número de expedientes sancionadores por la falta de transparencia y una desregulación implícita.

En la carta, firmada por la presidenta de la asociación, Nieves Sánchez Guitián, se añade que la lista de quejas trasladada a la ASTECSN por problemas para ejercer su independencia profesional es "larga", incluido el impedimento al realizar alguna inspección reactiva que debe hacerse en las instalaciones radiactivas tras determinados incidentes.

También ha recibido quejas por "presiones" y "amenazas" hacia los técnicos para que cambiaran las conclusiones de sus informes o las actas de inspección cuando no son del agrado de los titulares y denuncia que quienes no se han prestado a ello han sido excluidos de la firma del informe.

Respecto a los ceses y nombramientos, lamenta que en el seno del organismo regulador, "discrepar es motivo suficiente para ser cesado alegando pérdida de confianza" y ven con preocupación este asunto porque el sistema de libre designación permite cubrir más del 30 por ciento de los puestos ocupados por los técnicos.

Igualmente advierte de que impera el "secreto interno decretado" sobre algunos informes, como los del almacén temporal centralizado (ATC) de combustible gastado, que ha tenido que ser la ONG Transparencia Internacional la que reclamara el conocimiento de ciertos informes relativos a la idoneidad sobre el emplazamiento. Del mismo modo, informan al diputado de que hay otros dosieres "secretos" como la evaluación de la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña o el asunto de Palomares.

Por otro lado, se refiere también a la "actitud huidiza" y a la ausencia del control institucional que se plasman en la no comparecencia del presidente del CSN ante la Cámara Baja en el mes de abril. "No es más que una constatación de la degradación institucional", lamenta.

Respecto al clima interno, explica que está "peor que nunca porque el regulador está capturado y debilitado por la connivencia y laxitud de su superioridad jerárquica, que cede a las presiones del sector en busca de una desregulación que va en detrimento de la seguridad nuclear".

Por último, insiste en que los controles externos están "anestesiados", no solo por las incomparecencisa ante la Comisión de Industria y por la desactivación en la práctica del comité asesor y considera que es deber y conciencia de responsabilidad poner en conocimiento de la comisión esta preocupación porque la función pública que están desempeñando desde el CSN es "muy mejorable".