El bloguero y productor multimedia americano Nick Griemsmann se encontraba bajo una intensa tormenta en Phoenix, capital del estado de Arizona, cuando, en lugar de buscar refugio en casa como la mayoría, decidió compartir con todos sus seguidores en las redes sociales el momento.
Así, este aficionado a las emisiones en directo por 'streaming', tomó su teléfono móvil y ejecutó la aplicación de 'Periscope' para comenzar a retransmitir en vivo lo que estaba viendo.
"Phoenix, Arizona: está lloviendo mucho; muchísimo, y me lo estoy pasando bien", comenzó a decir, entusiasmado, al tiempo en que intentaba simular que era un presentador del tiempo.
Sin embargo, apenas segundos después de emitir esas palabras, su sonrisa daría paso a un grito que mezclaba el miedo con la sorpresa y la incredulidad al comprobar como un rayo caía de pronto a su lado, a escasa distancia de golpearle.
Tal fue la cercanía del impacto y el susto que se le cayó el teléfono de las manos, perdiendo la señal y el plano durante unos instantes antes de comprobar que milagrosamente se encontraba bien.
"Creo que Dios me protegió de morir por la caída de un rayo mientras emitía en directo en Periscope", escribía Nick, devoto cristiano, en Instagram.
"Pude sentir el calor emitido por el impacto y después me di cuenta de que sentía un hormigueo en la mano con la que cogía mi iPhone", explicó instantes antes de aconsejar tajantemente que nadie hiciese un 'streaming' en vivo durante una tormenta eléctrica.
Según informó el Servicio Nacional de Meteorología, aquel día cayeron cerca de 150.000 rayos, algunos de los cuales alcanzaron tierra en Arizona central.
"Nunca he estado tan cerca, y nunca pensé que podría estar tan cerca. Nunca pensé que podría sentirlo tan cerca", sentenció en declaraciones recogidas por 12news, un Nick Griemsmann que debía sentirse como si hubiese vuelto a nacer.