Hay tres maneras de medir la temperatura a tu hijo. El portal web Kid's Health, te muestra cómo hacerlo de forma adecuada, sin que haya error.
Vía rectal
Tendrás que lavar el extremo del termómetro con agua y jabón. Una vez que esté limpio, deberás lubricar ese extremo y colocárselo al niño. Para ello, lo más recomendable es recostar al niño boca abajo sobre una superficie plana y firme, para después colocar la palma sobre la zona lumbar del niño. Otra forma de hacerlo es colocarlo boca arriba con las piernas flexionadas contra el pecho y sujetárselas.
Lo único que tendrás que hacer después será introducir el termómetro por la abertura anal hasta que la punta del termómetro quede recto. Calma a tu hijo todo lo que puedas mientras sujetas el objeto entre los dedos índice y anular. Después solo tendrás que esperar a que suenen los pitidos.
Vía oral
Tendrás que esperar entre veinte o treinta minutos después de que tu hijo haya comido o bebido, es el momento de que le midas la temperatura vía oral. Deposita el extremo del termómetro debajo de la lengua y pide a tu hijo que se relaje y respire por la nariz. Lo único que tendrás que hacer será esperar a que suene el pitido y aparezca la temperatura.
Vía axilar
Coloca el termómetro sobre la axila desnuda de tu hijo y dobla su brazo sobre el pecho para sujetar el objeto. Dale tiempo a que suenen los pitidos correspondientes u otra señal que indique que ya se puede consultar la temperatura.
¡ATENCIÓN!