La carta de despedida que recoge Vozpopuli va dirigida a sus seres queridos y en ella pueden reconocerse los motivos personales que han llevado a Óscar a quitarse la vida.
Este funcionario policial de entre 45 y 46 años de edad estaba destinado en la división de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional y entre sus compañeros era considerado "una persona correcta y de trato cordial".
En su carta reconoce haber llegado al límite de sus posiblidades "sea como sea...aquí estoy...hasta aquí he llegado...no puedo seguir luchando...estoy agotado".
La causa, como parece deducirse de sus palabras era la infidelidad de su mujer: "He creído cuando me ha dicho que la creyera... me ha hecho creer...me prometió mirándome a la cara varias veces que no jugaría a dos bandas...pero en sucesivas ocasiones mi corazón descubría la mentira".
Una mentira que parece haberle torturado desde el principio: "Cuando te conviertes en una experta en eso dejas de ser quien eras...qué poco y mal te conocen...hubiese preferido asumir la verdad a la primera...por ello rogaba que me la dijera tantas veces...tantas...intuía que las verdad me destruiría".
"Nunca me he sentido tan ruin...tan mezquino...tan engañado...tan engañado...tan dolido", asegura este inspector que añade que "no me queda 1 gr de fuerza para pasar por el final". E implora "Jesús, ayúdame".
Perdón a sus seres queridos
Padre de dos hijos, Óscar se dirige a ellos en su carta para pedirles perdón por la decisión que está a punto de adoptar: "Perdonad a papá...siempre cuidaré de vosotros desde donde esté y quizás volvamos a encontrarnos para jugar como solo nosotros sabemos hacerlo".
Y se dirige a cada uno de ellos con un mensaje de para que le tengan siempre presente: "A mi KUKITA...no te olvides de mí...acuérdate siempre de las nanas de papá". "A mi WIRIKITO...quizás tú no me recuerdes de mayor...y no sé qué os explicará de porqué os quedásteis sin papá tan pequeños y tan de repente".
La despedida también incluye al resto de su familia a quienes pide que cuiden de sus hijos y que les hablen bien de él; "alimentad mi recuerdo" les reclama.
A su esposa se dirige con un frío "tú". Le encarga también que vele por los niños y le pide que sea "feliz", recordándole "que para eso has llegado hasta aquí". "No te guardo rencor...soy yo el que no merece seguir", asegura.
¡Cuidad a los deprimidos!
Óscar cierra su carta de despedida con una posdata en al que pide "prestar atención" y "no dejar solo" a las "personas que se nos crucen en la vida con depresión por algo que le afecte a los cimientos de su vida".