Se tira a las vías del tren porque no podía hacer frente a su enfermedad cerebral

Noticias Cuatro 31/07/2016 12:44

“Mi padre se hizo unas pruebas en abril de 2015 porque tenía problemas con el equilibrio”, señala la joven de 21 años. “Le remitieron al especialista y, después de un test de sangre genético, fue oficialmente diagnosticado con un etapa temprana de la enfermedad de Huntington en julio de 2015”, explica. Se trata de una enfermedad genética que mata progresivamente células nerviosas en el cerebro. “Se hereda de uno de los padres, lo que significa que yo tengo el 50% de posibilidades de tenerlo”.

Su padre, impresor, tuvo que dejar un trabajo que le encantaba y al que llevaba dedicado 34 años, informa Daily Mirror. Y también le quitaron el carné de conducir. “Estaba tan enfadado porque le habían quitado toda su independencia y sentía que era el fin del mundo”, indica Sophie.

“La enfermedad de Huntington hace que los que la sufren se obsesionen con ciertas cosas y mi padre se obsesionó con el carné de conducir. Sentía que no había sido tratado de forma justa porque no se le había permitido hacer un test y ver si lo pasaba”.

“Solo puedo describir a mi padre como un caballero. Nunca dijo una mala palabra sobre nadie. La enfermedad le afectó con cambios de humor, no era mi padre en absoluto. Solía ser muy afable. Perdió interés en hacer cosas que le gustaban, como pescar, y tenía problemas para socializar. Sentía que su vida estaba acabada porque no podía ni conducir ni trabajar. Pero, cuando mi hija Isla nació, esto le hico seguir adelante”.

“Puso toda su energía en ser un gran abuelo. Ella le adoraba y él la adoraba a ella”,

Pero a los 56 años, David decidió que no podía luchar más contra la enfermedad y se suicidó poniéndose delante de un tren. Su padre y su hermano también se suicidaron. Además, la familia ya había sufrido la tragedia de perder al hermano de Sophie cuando tenía 7 años, de leucemia.

David dejó una nota para su mujer y su hija, una lista de razones de por qué lo hizo. “Estaba harto de su enfermedad. No pensó en el conductor del tren o las personas en el tren. No pensó en el efecto que dejaba en mi madre, en mí o mi hija. Su cerebro le dejó sin la capacidad de pensar en las consecuencias de sus acciones. Simplemente, había tenido bastante”, observa Sophie.

En la enfermedad de Huntington, el cerebro va degenerándose progresivamente y afecta al movimiento, la percepción, la conciencia, el pensamiento, el juicio y el comportamiento. Actualmente no hay cura para la enfermedad y su avance no puede detenerse o revertirse.