Intensa segunda jornada la de este viernes para el Papa en Madrid. El primero de los actos ha sido un encuentro en la Zarzuela con sus Majestades los Reyes. Después se ha reunido con jóvenes religiosas y profesores universitarios en El Escorial. Por la tarde, tras su reunión con el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, Benedicto XVI ha compartido el via crucis con los peregrinos de la Jornada Mundial de la Juventud.
El Papa ha iniciado el día a las 7.30 horas y, en privado, con una Santa Misa en la capilla de la Nunciatura Apostólica de Madrid, situada en la calle de Pío XII. Dos horas y media más tarde, a las 10.00 de la mañana, Benedicto XVI se ha reunido con la Familia Real (los Reyes, los Príncipes de Asturias y sus hijas y la infanta Elena y sus dos hijos).
El Pontífice ha llegado a San Lorenzo del Escorial, a unos 40 kilómetros de Madrid, para dar comienzo a un encuentro con más de 1.000 jóvenes religiosas en el Patio de los Reyes del Monasterio, durante el cual les ha dirigido un saludo y un mensaje en el que ha defendido la "radicalidad evangélica" de la vida consagrada frente al "relativismo y la mediocridad". Así, Benedicto XVI ha señalado que esta radicalidad evangélica de la Vida Consagrada se expresa en la comunión filial con la Iglesia, con sus pastores y con cada familia religiosa, "custodiando su genuino patrimonio espiritual con gratitud, y apreciando también los otros carismas", y en comunión con otros miembros de la Iglesia como los laicos.
Unos minutos después se ha reunido con jóvenes profesores universitarios en la Basílica de San Lorenzo de El Escorial, donde ha pronunciado otro discurso. Benedicto XVI ha criticado la visión "utilitarista" de la educación que cunde en la actualidad. "Sabemos que cuando la sola utilidad y el pragmatismo inmediatos se erigen como criterio principal, las pérdidas pueden ser dramáticas: desde los abusos de la ciencia sin límites, más allá de ella misma, hasta el totalitarismo político que se aviva fácilmente cuando se elimina toda referencia superior al mero cálculo del poder", ha dicho.
Vuelta a Madrid
Ya de regreso a la capital madrileña, el pontífice ha comido con un grupo de diez jóvenes de los cinco continentes , de los que dos son españoles, en el salón de los embajadores en la Nunciatura Apostólica. Posteriormente, ha recibido la visita oficial del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la misma Nunciatura Apostólica.
Su agenda del día ha finalizado tras el via crucis con los jóvenes en la Plaza de Cibeles, que el pontífice ha presidido, acompañado por el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, y representantes de 15 naciones que reflejarán la situación y problemas de los jóvenes del mundo entero.
El vía crucis se ha iniciado después de que el Santo Padre haya pasado por los quince pasos de distintas cofradías de Semana Santa que han llegado de toda España para la ocasión y haya saludado a los feligreses que han abarrotado el trayecto desde la Plaza de Colón hasta la de Cibeles. Durante el recorrido, no había un solo hueco en las aceras, calzada, jardines ni en el suelo del Paseo de Recoletos. La gran mayoría de los asistentes ha seguido el Via Crucis de la Pasión a través del Libro del Peregrino que se ha repartido a lo largo de esta semana.
La multitud congregada ha provocado cortes en los accesos e incluso algunos tapones de gente que quería cruzar de un tramo al siguiente, algo que la Policía y la organización han prohibido para evitar avalanchas.