Sobrevive a la 'bacteria comecarne' gracias a un spray que le regenera la piel

Noticias Cuatro 27/03/2018 11:29

Christin Lipinski, madre de tres hijos, ha estado en una situación muy complicada desde principios de año. El 11 de enero fue diagnosticada con gripe y, a medida que los síntomas de ésta empeoraron, ella empezó a sentir un dolor muy agudo en la axila.

Preocupada por esto, acudió al hospital y los médicos le confirmaron que padecía fascitis necrosante. Esto es una infección bacteriana que devora la carne y se suele contagiar por heridas mal curadas y por tener las defensas bajas. Muchas de las personas que contraen esta infección pierden las extremidades y es mortal en una cuarta parte de las personas que la padecen.

De esta manera, para evitar que se propagase por todo su organismo, Christin se sometió hasta a diez cirugías para eliminar cualquier rastro de la infección, lo que acabó con la extirpación del 30 por ciento de su piel. La mujer perdió la piel que iba desde su hombro izquierdo hasta la parte superior del muslo y también en zonas aisladas de las piernas, el torso y la cabeza.

No obstante, llegó un punto en el que no había suficiente piel como para utilizarla como injertos para curar la herida. Por este motivo, los especialistas recurrieron a un spray que todavía no se había probado en nadie, por lo que no sabían cuáles serían los resultados. El spray contiene una enzima que promueve el crecimiento de la piel nueva.

“Normalmente, una herida se cura desde los bordes hasta el centro, lo que lleva su tiempo. Pero esto hace posible que todas las partes de una herida se curen a la vez”, explica el especialista Michael Perry en declaraciones recogidas por Daily Mail.

Una semana después de aplicarse el spray, las heridas de Chistin se curaron en un 95 por ciento, exceptuando alguna inflamación leve que sanará en poco tiempo. Kevin Foster, el doctor que la trató, explica que “el spray hizo una diferencia real” y que gracias a eso, la mujer será dada de alta del hospital en un par de semanas.

“Es joven y sana y su cuerpo ha respondido bien, pero aún no hemos terminado. Existe la posibilidad de que resurja”, explica Nate, su marido.

Ahora Christin está sometiéndose a un tratamiento y a una terapia para aprender a caminar de nuevo, ya que las heridas eran tan graves que le destrozaron el cuerpo por completo.