La historia de María Reyes podría ser una de tantas familias salvadoreñas que luchan por escapar de las bandas criminales. En esta ocasión, ella había abandonado El Salvadoruno de los países con mayor criminalidad del mundo, amenazada por las maras, las pandillas criminales adueñadas de las principales ciudades salvadoreñas, al haber colaborado con la policía en el caso de un robo.
No pudo llevarse a su hija consigo, Damaris, quien durante años vivió acosada por los pandilleros. Después de varios intentos, logró sacar a la niña del país y llevársela a EEUU, donde había formado una nueva familia. La pequeña tenía 12 años.
Residentes ya en los Estados Unidos, esta madre creía haber conseguido proteger a su hija. Sin embargo, como relata la publicación Washington Post, la menor empezó a empeorar en el colegio y corría el rumor de que había comenzado a relacionarse con pandilleros. Con 15 años, Damaris fue vista por última vez el 10 de diciembre de 2015. Su cadáver fue encontrado un mes más tarde en un parque industrial de Springfield.
La investigación policial concluyó con la detención de diez pandilleros. Damaris había sido asesinada por venganza por una chica dos años mayor que ella. Al parecer, ambas se disputaban a un rapero que anteriormente había sido asesinado al intentar liderar la pandilla.