Jeff y Hillary Whittington, de San Diego, Estados Unidos tuvieron una niña en 2007. Pronto se dieron cuenta de que su hija no le gustaba el pelo largo, ni las faldas. Ryland quería ser un niño. A los cinco años le preguntó a sus padres ¿por qué Dios la había hecho así? Decidieron ayudarla a sentirse a gusto con su cuerpo, rediseñaron su habitación rosa y lo vistieron de chico. Aceptaron que tenían un hijo transexual, que ahora es feliz.