El árbol de Gernika, símbolo las libertades vascas, está aquejado de estrés por anoxia. Los especialistas afirman que vive en un área muy húmeda y padece ausencia de oxígeno. El tratamiento que se aplica en estos momentos pretende frenar el debilitamiento que mostraba el ejemplar a inicios de la primavera. Ahora se trata de oxigenar sus raíces y mejorar su metabolismo.