Este ladrón eligió mal la casa en la que iba a entrar a robar. Fueron las cámaras de seguridad las que captaron el intento fallido. El hombre no se percató de que por un lado la vivienda estaba completamente abierta: sin pared, sin puertas y sin ventanas. Cuando consiguió abrir la ventana y lo descubrió, se marchó pero con las manos vacías ya que dentro no había nada que fuera de valor.