Los rinocerontes vivían hace 50.000 años en el círculo polar en Siberia, donde el clima era similar al actual

EUROPA PRESS 12/12/2017 15:35

Además, según los restos de comida y el desgaste dental de este fósil, han desvelado que la especie se alimentaba más con plantas arbustivas que con pastos y, según su análisis genético, esta especie era evolutivamente más cercana al rinoceronte lanudo que a las especies actuales.

En concreto, el Stephanorhinus Kirchbergensis, un rinoceronte de bosque cuyo cráneo fosiliado ha estudiado un equipo internacional en el que participa el MNCN, comió en los días previos a su muerte, arándanos, grosellas, abedules, pinos y musgos.

Su presencia hace entre 48.000 y 70.000 años en la tundra ártica siberiana, donde se ubica el yacimiento, así como los restos de alimentos y de polen, confirman que entonces el clima en Siberia era similar al actual.

Los restos, encontrados en Yakutia (Rusia), son los primeros de una especie de este género descubiertos dentro del círculo polar ártico, lo que expande mucho el área de distribución que se le suponía a la especie, ya que el origen de los Stephanorhinus kirchbergensis está en el norte de China, desde donde fueron expandiéndosea hacia el resto de Asia y Europa en los periodos interglaciares.

El investigador del MNCN Jan van der Made ha explicado que descubrir un ejemplar tan al norte supone que, además de los períodos extremadamente fríos de las glaciaciones, hubo otros en los que el clima en la zona era similar al actual, húmedo y frio.

Además del análisis genético de la especie, el equipo de trabajo ha contado con los restos de comida y polen que se encontraban en las fosas de los dientes y la cavidad cerebral del animal respectivamente. Los restos les han permitido determinar el ambiente en el que vivió así como lo que comió este ejemplar días antes de su muerte.

"Los análisis morfológicos y genéticos confirman que esta especie está evolutivamente más cerca de los rinocerontes lanudos, Coelodonta antiquitatis, que se extinguieron hace alrededor de 13.900 años, que a las especies que viven en la actualidad", añade Van der Made.

El cráneo encontrado y los restos de comida corroboran lo que ya suponían los investigadores por la posición del occipital.

"La postura de la cabeza nos indica que su mirada estaba más enfocada hacia el frente que hacia el suelo. Este hecho apuntaba a que la especie era más ramoneadora que pastadora, es decir, que se alimentaba de hojas y ramas más que de pastos. Haber descubierto un fósil con restos de comida y marcas dentales tan claras corrobora esas hipótesis", concluye el investigador.