En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Federación de Asociaciones de Directivos de centros Públicos (FEDADI), Alberto Arriazu, recuerda que, hasta ahora, todos los alumnos que aprobaban 4º de la ESO obtenían el título, el "más básico que hay en España", y que, con el decreto aprobado el pasado viernes por el Gobierno, habrá jóvenes que con el último curso de esta etapa aprobado no cuenten con la titulación por no superar la evaluación final. Esto, a su juicio, provocará un "aumento del fracaso escolar" en España.
"¿Qué hacemos si suspende un diez por ciento de los chavales? ¿Les dejamos en la calle?", se pregunta este director de instituto, que no entiende el objetivo de ligar la evaluación externa a la obtención del título y que como solución a los que no quieran quedarse en casa un curso completo hasta la siguiente convocatoria sólo se les permita matricularse en FP Básica. "No se tiene en cuenta la progresión del alumno y echa por tierra todo el trabajo del profesorado", apostilla.
En la misma línea, el presidente del sindicato docente ANPE, Nicolás Fernández, apunta que a esta organización le preocupa la prueba de 4º de la ESO, "dadas las altas tasas de abandono temprano y fracaso escolar" que hay en España, pues aunque la primera ha mejorado y se encuentra en mínimos históricos --19,7%, según el último dato del Ministerio de Educación--, todavía sitúa a España lejos de la media europea, que es del 10%. "No estamos de acuerdo con que, si el alumno ha ido bien, la prueba pueda suponer un obstáculo más", asevera este experto.
El presidente de CEAPA, la organización de padres mayoritaria en la enseñanza pública, José Luis Pazos, sostiene que las evaluaciones finales que establece la LOMCE suponen "una involución que lleva al sistema educativo español al modelo anterior a 1970". Asimismo, alerta del aumento del fracaso escolar como consecuencia de esta medida, que califica de "absolutamente desafortunada".