"La familia es el lugar de la primera educación", ha recordado durante su intervención en la segunda jornada del Congreso, para añadir que la tarea de las comunidades de la familia salesiana es "procurar mantener con los padres una colaboración y entendimiento profundo en la común responsabilidad y acción, la educación de los jóvenes".
Attard ofreció este martes 28 de noviembre una visión de las propuestas que la congregación ha ido realizando sobre Pastoral Juvenil y Familia desde el Capítulo General Especial de 1971 hasta la actualidad.
A lo largo de su exposición y su recorrido por los documentos de la congregación y las cartas de los Rectores Mayores (Viganó, Pascual Chávez y Ángel Fernández Artime), ha destacado tres conceptos repetidos: participación, protagonismo pastoral, formación y acompañamiento, éste último, definido como acompañamiento vocacional.
Además, ha precisado que es necesaria "una mayor y mejor formación" así como un acompañamiento cualificado en un contexto plural en lo religioso, social y en el ámbito sexual. Asimismo, ha apuntado que en esta época de crisis "horizontal y vertical, que afecta al sentido de la presencia de los otros y de Dios", es importante proponer el espíritu de familia como una "categoría existencial".
Attard ha concluido su ponencia señalando el horizonte hacia el que los salesianos deben caminar destacando la importancia de poner a los jóvenes en el centro de la pastoral juvenil, de crear ecosistemas educativos, y de detectar las urgencias pastorales de cada contexto y dar respuestas.
Durante el congreso también se están presentando experiencias que se están realizando en diferentes partes de la congregación centradas en el trabajo pastoral con familias, como el trabajo en Chennai (India) para la integración de jóvenes con VIH; los centros de atención a familias en Bratislava, o la Alianza educativa para acompañar a familias y jóvenes de Turín.