La Real Federación Española de Caza pide a los cazadores ayuda para detectar posibles casos de peste porcina en jabalíes

EUROPA PRESS 08/08/2017 11:37

Así, la organización considera que los cazadores deben estar informados sobre esta situación y reconocer los principales síntomas de la enfermedad, como hemorragias o mortalidades masivas en una misma zona, con el objetivo de poder comunicar a los servicios veterinarios oficiales cualquier hallazgo que les resulte "sospechoso" en el campo.

Por su parte, el MAPAMA ha explicado a la RFEC que la PPA produce la muerte de más de un 90 por ciento de los jabalíes afectados "en menos de una semana desde que se produce la infección", aunque, en ocasiones, la infección no es mortal y puede dar lugar a animales portadores del virus, lo que "favorece la difusión de la enfermedad en el entorno", tal y como ha asegurado la organización.

Según la información de la RFEC, aunque los focos de PPA están surgiendo en países alejados de la península Ibérica, la aparición de varios casos en la República Checa a finales de junio, "unida al empeoramiento de la situación en países previamente afectados", como Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, "supone un aumento significativo del riesgo de llegada de la enfermedad".

UNA ENFERMEDAD "ALTAMENTE CONTAGIOSA"

Según la Real Federación Española de Caza, la PPA es una enfermedad "altamente contagiosa" y afecta al ganado porcino, tanto en los animales domésticos (cerdos) como en las especies silvestres (jabalíes).

Además, puede provocar lesiones hemorrágicas en piel y órganos internos, pero, a diferencia de la peste porcina clásica, no aparece sintomatología nerviosa, tal y como han explicado desde la entidad, que ha puntualizado que, en cualquier caso, es "imposible diferenciar estas dos enfermedades sólo por los síntomas y en caso de sospecha hay que realizar un diagnóstico científico que permita su diferenciación".

Asimismo, han alertado de que "no existe vacuna contra esta enfermedad" y de que los factores de riesgo "más importantes" son la "introducción de carne de cerdo infectada y el movimiento de jabalíes infectados".

Según la información de la que dispone la RFEC, "la opinión científica más extendida", es que el actual brote por Europa del este se debe a la "ausencia de especies carroñeras, unida a las bajas temperaturas del invierno", que hacen que las carcasas de los jabalíes muertos se mantengan en el campo durante largos periodos de tiempo, "manteniéndose como fuente de infección para los jabatos de la primavera siguiente".