En este sentido, el abogado ha señalado que los jóvenes "dejaron de beber y entraron en el denominado conductor alternativo" y ha añadido que "el problema, en muchos casos, no es la denominada generación perdida, sino los que bebieron al volante y ahora les cuesta acostumbrarse a que no se puede beber y conducir".
Una década después de la instauración de esta medida, Ledesma ha indicado que "el carné por puntos ha funcionado especialmente bien en España". "Probablemente aprendimos de los errores de otros y esto nos permitió equivocarnos menos", ha añadido.
Respecto a si es necesario más medidas sancionadoras y disciplinarias al volante, Ledesma ha señalado que "quizás la respuesta no es tomar más medidas, sino reajustar las existentes y ha señalado que "siempre hay que reordenar el sistema de fiscalización centrando las medidas en los problemas".
Igualmente, ha indicado que "probablemente no hayan aumentado los puntos negros tras la falta de conservación de las carreteras por la crisis, sin embargo, ha subrayado que "lo importante es la señalizarlos y advertir al conductor ya que a veces no es fácil solucionar un punto negro" y ha señalado que "os conductores deben saber al menos que entran en ellos".