Una pareja de ancianos, separados en Navidad por una decisión del ayuntamiento

Noticias Cuatro 23/12/2014 00:00

Raffaello Guerra, de 84 años, y su esposa Isabel, de 70 años, no podrán pasar la Navidad juntos después de que la junta de la localidad británica de Milton Keynes así lo decidiera. Isabel está en una residencia dado que sufre demencia y su marido se mudó al lado de esta para poder visitarla. Tras un golpe que sufrió en octubre, Raffaello no puede moverse de la cama y necesita cuidados 24 horas, por lo que decidió pedir que lo trasladaran a la residencia junto a su esposa pero el ayuntamiento lo ha impedido, por lo que tras 50 años de matrimonio no estarán juntos estas navidades.

Los médicos recomendaron que se mudara a la residencia junto a su mujer, pero los trabajadores sociales de Milton Keynes dijeron que debe ir a un centro de evaluación durante seis semanas. A pesar de que no puede caminar, cambiarse o ir sólo al baño, el ayuntamiento asegura que no cumple los criterios para la residencia.

"Mamá y papá quieren estar juntos desesperadamente. Han sido almas gemelas toda su vida. No sé cuánto tiempo le quedará a cualquiera de ellos, por lo que cada semana que pase es vital. Papá está muy deprimido. Mamá lo hecha de menos e incluso ha preguntado si ha muerto. Es desolador", asegura Stephanie, la hija de la pareja, al tabloide británico Daily Mail.

Raffaello, de origen italiano, e Isabel, de origen español, regentaban un hotel en el centro de Londres, pero tras jubilarse y mudarse a Milton Keynes, Isabel fue diagnosticada con demencia y tuvo que mudarse a la Residencia Ashby, donde a Raffaello le dicen que no puede ingresar. Desde el propio hospital han pedido que dejen que la pareja se reúna, alegando que "esto mejoraría mucho su bienestar y permitiría reunirlo con su esposa, lo que ayudaría a mantener sus necesidades emocionales".

Sin embargo, desde la junta han asegurado que debe ir al centro de evaluación durante seis semanas y después se decidirá si podrá estar en la misma residencia que su esposa y asegura que "el hospital no es el entorno natural para valorar las necesidades de alguien"."Todo lo que mi padre puede decir es que espera que Dios le deje vivir el tiempo suficiente para cuidar de mi madre. Le rompe el corazón que ella esté desapareciendo lentamente sin poder estar ahí", asegura la hija del matrimonio.